Centenario, Bicentenario, West Pegasus y Muralla IV son los equipos que actualmente opera la paraestatal para llevar acabo perforaciones a profundidades de más de tres mil metros.
Veracruz. Excélsior.com.mx. Petróleos Mexicanos (Pemex) paga cerca de US$730 millones al año en la renta de cuatro plataformas de última generación, las cuales son destinadas a la exploración y perforación de pozos en aguas profundas del Golfo de México.
Centenario, Bicentenario, West Pegasus y Muralla IV son los equipos que actualmente opera la paraestatal para llevar acabo perforaciones a profundidades de más de tres mil metros, y las cuales son consideradas como aquellas que contienen la mejor y más reciente tecnología para estos trabajos.
La perforación de este tipo de pozos petroleros es un trabajo que Pemex ha venido desarrollando en los últimos años, con el objetivo de incorporar el mayor volumen de reservas, por lo que ya ha ejercido inversiones de hasta 53 mil millones de pesos, y con lo cual se ha logrado la perforación de 26 pozos.
Centenario, Bicentenario y Muralla IV, es decir, tres de los cuatro equipos más modernos con los que actualmente opera Pemex, son propiedad de la empresa Grupo R, de capital ciento por ciento mexicano.
Mientras que la plataforma West Pegasus es propiedad de la empresa noruega Seadrill, siendo ésta la primera en incursionar en las perforaciones en el Golfo de México, muy cerca de la frontera con Estados Unidos.
No obstante, llevar a cabo estas actividades en el Golfo de México profundo resulta económicamente costoso, ya que la renta de estos equipos le cuesta a Pemex cerca de US$500 mil diarios, es decir, US$15 millones al mes y más de 182 millones en un año por cada uno de los equipos.
De tal forma que en total por las cuatro plataformas, paga un aproximado de US$730 millones por arrendamiento.
De los trabajos que han realizado estos equipos, 13 pozos han sido exitosos, de los cuales 38% son aptos para explotación comercial, por lo que el resto aún requiere de mayores trabajos e inversiones.
La plataforma Muralla IV. La plataforma Muralla IV, gemela a la plataforma Bicentenario, está ubicada frente a las costas de Veracruz. Actualmente tiene como objetivo perforar el pozo exploratorio Lakmay 1, a una profundidad de dos mil 200 metros.
La plataforma semisumergible, propiedad de la empresa mexicana Grupo R, fue construida en Corea del Sur, en el astillero de Daewoo Shipbuilding and Marine Engineering, y por el momento su principal objetivo es determinar la presencia de gas en la zona exploratoria.
El pasado 9 de abril de 2013, este equipo dio inicio a sus operaciones en aguas del Golfo de México, bajo el contrato con Pemex Exploración y Producción (PEP).
El equipo, de sexta generación, es de diseño GVA 7500, de cuatro columnas estabilizadas con capacidad para operar en varios ambientes, no sólo del Golfo de México, sino también en el Este de África y Brasil.
Al respecto, Ricardo Fernández Hurtado, superintendente de la plataforma Muralla IV, dijo que dicho complejo se encuentra perforando en este momento el pozo delimitador Lakmay 1, ubicado a más de 200 kilómetros de las costas de Veracruz.
Explicó que además de los 19 días de trabajo que lleva esta infraestructura en Lakmay 1, durante 2013 también ha realizado perforaciones en el pozo delimitador Piklis 1DL a mil 776 metros de profundidad y Yoka con más de dos mil 87 metros. Sin embargo, tiene la capacidad de alcanzar hasta los tres mil metros de tirante de agua.
Mientras que la tubería de perforación, fabricada de aceros especiales de alta resistencia son provistos por la compañía acerera Tenaris Tamsa, y tiene una vida útil de hasta 800 horas de rotación.
Esta plataforma cuenta además con un vehículo operado a control remoto para monitoreo y asistencia en el lecho marino durante los trabajos de perforación y terminación de pozos, el cual puede soportar hasta tres mil metros de profundidad y está equipado con cámaras, video, sonar de alta resolución y Brazos manipuladores.
La seguridad. Por ser una infraestructura de gran importancia, las medidas de seguridad en esta plataforma no sólo toman en cuenta la de los más de 160 empleados que laboran en ella, sino que también se encuentra protegida en caso de eventos de sabotaje, terrorismo o atentados, para lo cual cuentan con el “código de área restringida”.
Sin embargo, luego del incidente ocurrido por mal tiempo en 2007, en el que murieron algunos trabajadores, la paraestatal exige a las empresas arrendadoras de las plataformas, mantener en todo momento una especial atención a la seguridad en cada uno de los complejos.
Por ello, que de manera continua se realizan diversos simulacros y ensayos de la forma en cómo se deben utilizar los equipos de rescate, desde los alimentadores de oxigeno hasta el abandono y abordaje de los botes salvavidas, mejor conocidos como mandarinas.
David Antonio Peña Talavera, supervisor de seguridad de grupo R en Muralla IV, dijo que entre las principales emergencias a las que los trabajadores deben poner especial atención, se encuentra la fuga de gas sulfhídrico o H2S, pues este podría provocar la muerte en cuestión de minutos.
Estrategia de noche y día. Muralla IV, es una de las cuatro plataformas de última generación con las que cuenta Petróleos Mexicanos y que están siendo destinadas a la exploración y perforación de pozos en aguas profundas del Golfo de México.
Ésta se encuentra en medio del mar, a 207 kilómetros de las costas de Veracruz, y para acceder a ella es necesario el traslado en helicóptero hasta por una hora. En el trayecto, desde varios pies de altura, es posible apreciar el mar decorado con gigantescos barcos cargueros que llegan o se van del puerto.
La plataforma, que tiene una base semicuadrada con ancho total de 96,7 metros, se hace visible poco antes de llegar y es fácilmente reconocible por su torre de 64 metros de altura que la hace diferente a la vista de un barco.
Las cuatro columnas color naranja que la estabilizan, así como su torre de perforación y el constante movimiento de sus grúas, son lo primero que destacan, en lo que parece una ciudad flotante llena de vida y trabajo en medio del mar del Golfo de México.
Al llegar, un barco proveedor abastece a la plataforma de todo tipo de víveres o materiales, al mismo tiempo que se lleva en contenedores los desechos lodosos de la perforación y otros desperdicios, pues se busca que esta infraestructura no lance al mar ningún tipo de contaminante.
El aterrizaje en el helipuerto de Muralla IV, que soporta hasta 12.83 toneladas, da como primera vista la torre de perforación y el nombre de la empresa Grupo R Perforación Marina, propietaria del equipo. También el puente de mando donde se resguarda el Sistema de Posicionamiento Dinámico, lo que le permite, además de ser una plataforma, moverse y tener las funciones de un barco.
Dicho sistema está diseñado para mantener la plataforma en su posición, es decir, casi sin movimiento a fin de llevar a cabo las perforación sin accidentes, y el cual trabaja con información vía satelital, además de monitorear de manera continua las operaciones o sucesos fuera de lo común o de peligro.
Cada persona que ingresa por primera vez a esta infraestructura debe ser instruida en los conceptos de seguridad, pues Muralla IV y el pozo Lakmay 1 donde trabaja actualmente, son considerados como conceptos estratégicos para el país, por lo que se deben conocer al menos aspectos básicos sobre una potencial evacuación en caso de emergencia o la colocación de equipos de respiración ante la posible fuga de gases tóxicos.
Este es un tema donde David Antonio Peña, supervisor de seguridad de Grupo R en la plataforma, es un experto, pero también el responsable de la integridad de los más de 160 empleados que laboran y viven semanas completas en el complejo petrolero, por ello considera que entre sus principales objetivos está el de dotarlos de la capacitación necesaria para que puedan resguardarse e incluso salvar la vida en caso de alguna contingencia.
El equipo es una ciudad flotante, con pasillos y escaleras que conducen a los diferentes puntos estratégicos de la misma, pero sin duda el de mayor importancia es el piso de perforación que está totalmente automatizado, siendo éste el centro de la plataforma y donde se es capaz de llegar hasta los tres mil metros de tirante de agua para comenzar a hacer los pozos exploratorios y que tienen el objetivo de encontrar e incorporar reservas de hidrocarburos.
Dichos equipos son operados desde una cabina, donde en sillas automatizadas dos “perforadores” a simple vista los manejan como si se tratara de controles de videojuegos, aunque este sea un trabajo sumamente complejo.
La mayoría de los sistemas estratégicos de Muralla IV son manejados por personal de procedencia extranjera, como es el caso de capitán Stefan Güsen, quien tiene como objetivo traer la experiencia en la perforación de pozos en aguas profundas que adquirió en países como Brasil, Libia y Estados Unidos.
Aun cuando la aprobación de la Reforma Energética ya permite la entrada de capitales privados y transnacionales a los trabajos de exploración y explotación de hidrocarburos, los empleados de Pemex como Ricardo Fernández Hurtado, quien funge como superintendente de la plataforma de sexta generación, aseguran no tener “miedo” de la competencia, pues consideran que tienen la capacidad y conocimientos necesarios para competir en el nuevo mercado.
La operación de la plataforma está a cargo casi en su totalidad por parte de los trabajadores de Grupo R, y de otras empresas que brindan diversos servicios a la paraestatal, quienes laboral en rotaciones de 30 días, mientras que en número menor se encuentran los de Pemex que hacen jornadas quincenales.
Hasta hace poco, los trabajos en campos petroleros eran considerados exclusivos para hombres. Sin embargo, actualmente en Muralla IV laboran 10 mujeres, quienes realizan diversos trabajos de seguridad e ingeniería.