La empresa reforzará el Control de Supervisión y Adquisición de Datos, que vigila lo que sucede en los ductos. Con los nuevos fondos se ampliará su capacidad de vigilancia.
Excelsior.com.mx. En los próximos dos años Petróleos Mexicanos ejercerá un capital por más de US$197 millones para fortalecer el sistema llamado Control de Supervisión y Adquisición de Datos (SCADA, por sus siglas en inglés) para combatir la ordeña de combustible.
Desde hace 14 años, SCADA tiene como principal objetivo detectar cualquier cambio de presión o anomalía en la red nacional de ductos de la petrolera, los cuales en su mayoría son provocados por los ataques del crimen organizado para robar gasolinas o gas.
El capital que la ahora empresa productiva del Estado aplicará entre 2015 y 2016 será destinado a ampliar la capacidad de esta infraestructura y poder incorporar un mayor kilometraje de la red para su vigilancia.
SCADA permite controlar y supervisar en tiempo real las condiciones operativas a lo largo de toda la red, con lo cual se permite la toma de decisiones en casos de emergencia. Para ello se cuenta con dos centros de control, uno en la Torre Ejecutiva de Pemex y el otro en Venta de Carpio, en el Estado de México, el cual será reubicado, por lo que ya se trabaja en la construcción de un inmueble en Azcapotzalco, del cual ya se lleva un avance de 20%.
De enero a septiembre pasado, las tomas clandestinas se incrementaron en 38,6%, en comparación con el mismo periodo de 2013, para alcanzar la cifra de 2.662.
Scada, el ojo vigilante de la red de Pemex. Desde hace 14 años, opera en Petróleos Mexicanos (Pemex) el sistema Control de Supervisión y Adquisición de Datos (SCADA, por sus siglas en inglés), el cual tiene como principal objetivo el detectar cualquier cambio de presión irregular o anomalía en la Red Nacional de Ductos de la petrolera, situaciones que en su mayoría son provocadas por los ataques del crimen organizado para la ordeña de combustibles.
Es por ello que entre 2015 y 2016, la empresa estará ejerciendo un capital por más de US$197 millones, inversión que será destinada para ampliar la capacidad de esta infraestructura y poder incorporar un mayor kilometraje de la red para su vigilancia.
El sistema SCADA permite controlar y supervisar en tiempo real, las condiciones operativas a lo largo de toda la red, con los cual se permite la toma de decisiones en casos de emergencia, para ello se cuenta con dos centros de control uno ubicado en la Torre Ejecutiva de Pemex y el otro en la zona de Venta de Carpio, en el Estado de México, este último será reubicado, por lo que ya se trabaja en la construcción de un inmueble en la delegación Azcapotzalco, en la ciudad de México, esta edificación presenta un avance de 20%.
En una visita realizada por Excélsior al SCADA de la ciudad de México, David Prieto de Alba, encargado de la subgerencia en Tecnologías de Sistemas Supervisorios, explicó que la mencionada instalación es una de las más grandes en Latinoamérica, ya que se encarga de monitorear gasoductos, poliductos, y oleoductos, en los que se transportan hidrocarburos y sus derivados, por 32 mil kilómetros en el norte, centro y sur del país.
Del mencionado total, al menos en nueve mil kilómetros se transporta gas natural, mil 815 de gas Lp, mil 200 de petroquímicos, entre otros.
También, tiene el control de abrir o cerrar 505 válvulas, de un universo de mil 302 que existe en el sistema de transporte, que permiten controlar cualquier anomalía en el sistema que pueda significar un riesgo.
Según el funcionario, el objetivo es evitar un daño a la población, el medio ambiente y a la infraestructura para el transporte de los hidrocarburos por considerarse un punto clave del país.
Funcionamiento remoto. El Sistema Control de Supervisión y Adquisición de Datos es alimentado por diversos medios de comunicación, ya sea vía satélite o con fibra óptica, por lo que se trasmite la información de diversas estaciones remotas en todo el territorio nacional, es decir, se supervisan las presiones y los volúmenes de hidrocarburos que se transportan en tiempo real.
Cada uno de los ductos tiene una capacidad máxima de transporte, por lo que el sistema, mediante alertas computacionales, avisa a los operadores sobre estos índices, lo que les permite tomar decisiones para evitar cualquier incidente.
“No se permite que los ductos tengan alta presión, el sistema de control lo que hace es prever esa presión para que no pase. Si la presión máxima es de 100, la alarma está valuada en 80 para que haya tiempo de reaccionar y que no llegue a esos niveles.”
El SCADA da las variables para que los ingenieros tomen una decisión y no se llegue a los máximos.
El sistema que opera las 24 horas del día, los 365 días del año, por 33 ingenieros en tres turnos, es un software especialmente diseñado para las necesidades de la empresa, por lo que en las salas de control se aprecian computadoras y pantallas en las que se transmiten gráficas y mapas, donde se muestra el comportamiento de los ductos.
Cada número, color y símbolo, tiene un significado diferente, que les indican a los operadores los niveles de presión, flujo, temperatura, calidad de los hidrocarburos, entre otros aspectos, todo ello en tiempo real.
Ordeña a ductos, principal reto. El reto principal de este sistema es el contribuir a la detección temprana de las tomas clandestinas a los ductos de Pemex, que en el acumulado de enero a septiembre de este año, ya suman dos mil 662 ilícitos, cifra que representa un aumento de 38.6 por ciento en comparación a los mil 921 registradas en el mismo periodo de 2013, y que contribuyen a generar pérdidas millonarias para la petrolera.
Si bien el SCADA puede registrar vía remota, un cambio en el flujo de los combustibles o gas, que está siendo transportado en la red, esta tecnología aún no tiene la capacidad de determinar las causas del mismo, es decir, si se trata de un accidente, un daño natural o intencional, ligado al crimen organizado.
Una vez que se detecta este tipo de anomalías, se toma la decisión de cerrar las dos válvulas más cercanas al punto accidentado, lo que puede tardar hasta 45 segundos en los gasoductos o de cuatro a 10 minutos para otros hidrocarburos, a fin de proteger la infraestructura, y a la población cercana.
“El cómo actúa es una decisión humana, con diferentes presiones se toma la decisión y se secciona el ducto entre las dos válvulas.”
Es así que las tomas clandestinas se detectan primeramente sólo como una reducción en la presión, para posteriormente comprobar que el ducto fue dañado.
Por ello, las inversiones previstas tienen como objetivo el ampliar el esquema de monitoreo automatizado a 186 sitios a nivel nacional que forman parte de 47 sistemas de transporte por ducto, en tanto se integrarán zonas estratégicas de cuatro ductos petroquímicos.
Según David Prieto de Alba, estos trabajos estarán enfocados principalmente a vigilar la infraestructura cercana a las ciudades o ríos, para evitar desastres mayores.
Clave. El SCADA cuenta con “salas de crisis”, en las que, como su nombre lo dice, en momentos de emergencia se reúnen directivos de Pemex para tomar diversas decisiones con base a la información que recaba el sistema, las cuales van desde proveer materiales de construcción, herramientas, maquinaria, hasta aportar dinero y personal, entre otros aspectos, que ayuden a solucionar el problema, ya sea responsabilidad de Pemex o no, como fue el reciente caso del huracán Odile en Baja California, y en el que se discutió la forma de abastecer a la zona de combustible durante la emergencia.