La gigante estatal cuenta con seis refinerías en México con capacidad global instalada de procesamiento de 1,5 millones de barriles por día. Además tiene el 50% de Deep Park, cerca de Houston, que es operada por Royal Dutch Shell.
México DF. La petrolera mexicana Pemex dijo este miércoles que no tiene planes a corto y mediano plazo para vender sus refinerías, pero no descartó estudiar la posibilidad en el futuro si sigue perdiendo dinero en refinación.
La gigante estatal cuenta con seis refinerías en México con capacidad global instalada de procesamiento de 1,5 millones de barriles por día. Además tiene el 50% de Deep Park, cerca de Houston, que es operada por Royal Dutch Shell.
"Es algo que no se está considerando ahorita", dijo un portavoz bajo condición de anonimato cuando se le consultó sobre la eventual venta de alguna de las refinerías y subrayó que no ha habido conversaciones con posibles interesados.
Mario Beauregard, director de Finanzas de la empresa, había dicho al diario Excélsior que si las actividades de refinación y petroquímica no se vuelven rentables, incluso con las esperadas asociaciones con capitales privados, Pemex tendría que tomar decisiones en el futuro sobre qué hacer con estas actividades.
"Una de las opciones que podemos hacer es vender esos activos, vender esa participación de Pemex y con ese dinero que se genere invertirlo en las actividades que generan más valor que es exploración y producción", dijo al diario.
Pero Beauregard recalcó el miércoles en un evento que primero Pemex buscará socios para hacer más rentables las áreas de petroquímica y refinación.
"Creemos que ahí hay una buena oportunidad de asociarnos con empresas del sector privado que tengan nuevas tecnologías y que nos den el capital suficiente para hacer modernizaciones que se requieren y buscar hacer estos negocios rentables para Pemex", dijo.
"Estamos en pláticas con algunas empresas", dijo sin dar mayores detalles.
La petrolera está buscando apuntalar su alicaída producción de hidrocarburos, que ronda los 2,3 millones de barriles por día, con capitales privados, una puerta que se abrió tras la reforma energética promulgada el año pasado.
La empresa reportó pérdidas por 100.478 millones de pesos (US$6.584 millones) en el primer trimestre, golpeada por el pago de impuestos y derechos, pérdidas cambiarias y mayores costos financieros, así como por los menores precios del crudo.