La empresa tiene seis refinerías, las cuales le permiten procesar un promedio de 1,5 millones de barriles por día. De estas, tres tenían planes de reconfiguración para hacerlas más productivas.
México. El recorte de US$4.153 millones en el presupuesto de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) por la caída del precio del crudo supone un nuevo desafío para el gobierno mexicano en el primer año de la implementación de la reforma energética que abre el sector al capital privado.
El recorte al presupuesto "va a afectar proyectos en toda la gama de actividades de Pemex", dijo a Efe el analista de la industria energética David Shields, después de que la empresa informara que "una parte importante del ajuste recaerá en inversión".
Pemex anunció que "el ajuste es de tal magnitud" que se está difiriendo la ejecución de las principales obras de inversión, incluyendo reconfiguraciones de refinerías y los proyectos de gasolinas y diésel limpios (Ultra Bajo Azufre).
La empresa tiene seis refinerías, las cuales le permiten procesar un promedio de 1,5 millones de barriles por día. De estas, tres tenían planes de reconfiguración para hacerlas más productivas.
Los proyectos, que ya habían sido contratados por Pemex en el área de refinación y que serían construidos en plazos de entre tres y 3,5 años, sufrirán retrasos en su ejecución.
Debido a que "muchos de los contratos se firmaron cuando las condiciones de mercado eran distintas", se tendrán que renegociar, indicó la petrolera, cuya producción pasó de 2,52 millones de barriles diarios en 2013 a unos 2,35 millones de barriles al cierre de 2014.
Si bien las medidas de recorte incluyen ajustes importantes en las inversiones de capital, el Consejo de Administración de la petrolera presentó diferentes iniciativas que "permiten una mayor participación del sector privado en los proyectos de inversión de Pemex".
Además, pidió a las directivas de la petrolera "implementar un esfuerzo importante en bajar el gasto corriente", en recursos humanos y servicios personales, para buscar así "reducir el impacto en los proyectos de inversión productiva de Pemex".
Shields lamentó que el recorte del presupuesto se aplique a los contratistas y consideró que los ajustes también se deberían hacer en la plantilla laboral de Pemex, que asciende a unos 180.000 trabajadores.
"Debe haber más equilibrio en la forma en la que se recorta el gasto, por un lado están recortando proyectos muy importantes, pero al mismo tiempo no se está afectando la burocracia petrolera más grande del mundo", señaló.
La senadora del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Dolores Padierna, consideró que el recorte confirma que la reforma energética promovida por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, "es una promesa al aire que ha colocado en remate a Pemex en el mercado internacional".
Según Shields, el ajuste en el presupuesto de Pemex no tendrá un efecto directo sobre la reforma energética, que abrió el sector al capital privado después de más de siete décadas de monopolio estatal, pero sí el desplome de los precios del crudo.
Dicha caída "pone en duda la viabilidad de diversos proyectos que están anunciados en la ronda uno", durante la cual se licitarán 169 bloques para exploración y extracción de hidrocarburos y se prevé que concluya a finales de este año, afirmó.
En este momento, a juicio de Shields, es "difícil llevar a cabo una ronda uno exitosa porque simplemente el precio del petróleo dificulta que los proyectos sean más rentables".
Después de registrar en 2014 niveles superiores a los US$100, la mezcla mexicana de exportación se ubica en la actualidad en alrededor de US$49 el barril, tras haber tocado un nivel mínimo de US$37 durante enero.
En enero pasado, el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda, admitió que el gobierno revisaba si mantenía o no la oferta de campos de lutitas, los de mayor riesgo en la actual coyuntura de precios bajos del crudo.
Y es que los yacimientos de "shale gas" implican mayores costos y requieren de una producción a corto plazo para amortizar los gastos, explicó Zepeda, quien añadió que en marzo o abril la Secretaría de Energía estaría en condiciones de tomar una decisión al respecto.
Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son las más afectadas por el recorte de 8.572 millones de dólares en el gasto público anunciado por el gobierno el pasado 30 de enero, que equivalen al 0,7% del producto interno bruto (PIB).
En el caso de Pemex el recorte asciende a 62.000 millones de pesos (4.153 millones de dólares), mientras que en la CFE suma 10.000 millones de pesos (US$689,7 millones).