El director General de Pemex, José Antonio González Anaya, precisó este martes ante la Cámara de Diputados que el ajuste por más de US$5.600 millones, aprobado por el Consejo de Administración de la estatal, plantea la necesidad de líneas de acción fundamentales.

Al comparecer ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados este martes, el director General de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, afirmó que la apertura y flexibilidad de la reforma energética permitirán a la paraestatal enfrentar de mejor manera el reto que plantea la baja en los precios del petróleo.

"Pemex enfrenta un problema de liquidez, más no de solvencia, y estos ajustes lo que hacen es replantear y redimensionar a Pemex ante su nuevo papel como empresa productiva del Estado, con un marco jurídico y financiera nuevo, gracias a la reforma energética que fue aprobada por el Congreso de la Unión”, enfatizó.

El funcionario precisó que el ajuste por 100 mil millones de pesos (US$5.619,2 millones), aprobado por el Consejo de Administración de Pemex, plantea la necesidad de líneas de acción fundamentales.

Una de estas líneas estratégicas tiene el propósito de generar eficiencias y reducir costos para incrementar la productividad en la operación, mediante el uso racional de los recursos.

Este medida implica recortes en viajes, viáticos y gastos no esenciales, así como la reestructuración de diversas áreas del corporativo -Pemex Exploración y Producción fundamentalmente-, por un monto de 29 mil millones de pesos (US$1.629,5 millones).

Otra línea de acción consiste en el diferimiento y replanteamiento de inversiones por 65 mil millones de pesos (US$3.652,5 millones), que se concentrarán fundamentalmente en las áreas de Transformación y Exploración y Producción.

De esta forma se compromete lo menos posible la solvencia y producción futura de la empresa, lo que significará mayor flexibilidad y menos demanda de recursos presupuestales para llevar a cabo los proyectos que se habrán de desarrollar.