La batalla por el litio, que se usa en baterías recargables desde teléfonos hasta autos eléctricos, enfrenta a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) con firmas chinas y potencialmente con el nuevo gobierno local, que es favorable a la llegada de una mayor inversión.
Santiago. Un regulador antimonopolio chileno con poco presupuesto y reputación de independencia ha quedado en medio de la lucha global por el litio, porque debe revisar una denuncia para impedir que firmas chinas compren una participación en la empresa local SQM, uno de los principales productores del mineral.
La batalla por el litio, que se usa en baterías recargables desde teléfonos hasta autos eléctricos, enfrenta a la entidad con firmas chinas y potencialmente con el nuevo gobierno local, que es favorable a la llegada de una mayor inversión.
La Fiscalía Nacional Económica (FNE) debe ver si una eventual compra por más de US$4.000 millones del 32% de SQM por la china Tianqi, u otras firmas respaldadas por ese Estado, "podrían (...) distorsionar o tender a distorsionar gravemente la rivalidad competitiva del mercado", según una denuncia de una agencia estatal.
Tianqi y SQM, el segundo productor de litio del mundo, controlarían el 70% del mercado global del mineral.
Una alta fuente del gobierno del conservador Sebastián Piñera dijo la semana pasada que aún consideraban si apoyar el pedido, ya que se "debe analizar bien los alcances" y "en general" la política chilena no es bloquear las transacciones por un asunto de nacionalidad.
Pero una vez hecha la denuncia, está en manos de la FNE decidir si investiga o no, y si bien el fiscal es un cargo de nombramiento político, sólo puede ser removido con el voto mayoritario de la Corte Suprema, una salvaguarda diseñada para garantizar su autonomía.
La agencia, que tiene un presupuesto anual de 11,5 millones de dólares, no quiso referirse al tema y tiene hasta agosto -con posibilidad de extensión- para determinar si inicia una investigación.
"La FNE es considerada un 'model agency' (modelo), muy independiente de interferencia política", dijo el abogado Felipe Cousiño, quien ha defendido casos ante la agencia.
Agregó que los limitados recursos de la entidad la obligan a tomar casos "que tienen el mayor impacto en los consumidores".
Relojes avanzan. La FNE tiene amplio alcance y puede investigar casos independientemente de si se presenta o no una queja.
El año pasado, la FNE evaluó el impacto local de la fusión entre AT&T y Time Warner, aprobando el acuerdo con condiciones para minimizar los riesgos para los consumidores y los competidores.
Francisco Aguero, profesor de derecho de la Universidad de Chile, dijo que es poco probable que se llegue a una decisión final en agosto en el caso de alto perfil, considerando además que el período del fiscal actual expirará el 5 de agosto.
"Cuando llegue el próximo fiscal se le va a entregar una carpeta. No va a alcanzar a tomar una decisión", acotó Agüero.
Tras la revisión, la FNE puede desechar el caso, iniciar una investigación completa o aplicar un procedimiento expedito.
Si decide investigar, puede llegar a un acuerdo con las partes, archivar el caso o presentarlo ante el tribunal de libre competencia, un panel de abogados y economistas de cinco miembros que dictamina sobre asuntos antimonopolio.
A medida que la FNE reflexiona sobre si se debe revisar el caso, los reguladores de India y China dieron a Nutrien, que posee las acciones en cuestión, hasta marzo del 2019 para desinvertir en SQM y así cumplir con los requisitos impuestos para permitir la fusión que la creó.
Nutrien quiere cerrar la operación a fin de año, mientras aún los precios del litio se mantienen en máximos históricos.