La Cámara Peruana de Gas Natural ha precisado que este combustible no contiene azufre ni plomo y que con él se logra una reducción de hasta 97% en emisiones de monóxido de carbono (CO) con respecto a los combustibles líquidos.
Lima. Son 119.928 los vehículos que han sido convertidos al uso de gas natural, cuyos propietarios y conductores no tienen a la fecha problemas para abastecerse de ese combustible al disponer de 78 estaciones de servicio que atienden la demanda en Lima y Callao.
El gas natural que se vende en estas dos ciudades proviene de Camisea, siendo transportado desde la selva de La Convención (Cusco) por un gasoducto de 781 kilómetros de longitud, que atraviesa la Cordillera de los Andes y llega hasta el distrito de Lurín, a 35 kilómetros al sur de Lima.
El poder disponer del gas natural vehicular representa un importante beneficio para la población en general, tanto por el ahorro que obtienen los dueños de vehículos que lo utilizan, como por las grandes ventajas medio ambientales que ofrece y que contribuyen a una mejor calidad de vida de la población de Lima y Callao; incluyendo una disminución de las enfermedades respiratorias.
La Cámara Peruana de Gas Natural ha precisado que este combustible no contiene azufre ni plomo y que con él se logra una reducción de hasta 97% en emisiones de monóxido de carbono (CO) con respecto a los combustibles líquidos, así como de 97% de emisiones contaminantes y de hasta 100% de emisiones de particulado.
Los vehículos transformados a GNV, asegura, superan las Normas EURO III vigentes actualmente e inclusive las normas EURO IV que están por ser emitidas.
Acerca de la disminución en el rendimiento del motor, la Cámara explica que al no estar el motor de un vehículo gasolinera diseñado específicamente para funcionar con GNV (o cualquier otro combustible gaseoso) se da una disminución en su potencia, que llega a ser imperceptible cuando el vehículo se encuentra en buen estado mecánico y el equipo completo de conversión es el adecuado.