El precio de importación del arroz con el derecho arancelario adicional fue 27% mayor que el precio internacional durante el 2017; mientras que en lo que va del 2017, esta diferencia se redujo a 8% en promedio.
El Observador de Uruguay. El gobierno de Perú accedió a los reclamos de los productores arroceros para excluir al cereal del sistema de franja de precios, para ir a una tasa arancelaria fija sobre el producto. Es un cambio que genera inquietud en Uruguay, ya que Perú ha sido en esta zafra el principal destino –junto a Iraq– del arroz uruguayo.
Hasta el momento existían cuatro productos incluidos en el sistema de franja de precios: el arroz, el maíz amarillo duro, el azúcar y la leche en polvo. Bajo este sistema se establece un arancel fijo y una sobretasa que se ajusta de acuerdo a los valores internacionales de los productos.
En el caso del arroz para fijar la sobretasa se toma el precio promedio FOB de exportación en Tailandia más el costo del flete. Desde 2009 el arancel fijo para el arroz es de 0%. Según los cálculos del diario El Comercio, en 2016 el precio de importación del arroz con el derecho arancelario adicional fue 27% superior al valor internacional. En lo que va de 2017 la diferencia se redujo a 8% en promedio.
Durante 2016, en promedio, el precio de importación del arroz con el derecho arancelario adicional fue 27% mayor que el precio internacional; en el 2017, esta diferencia se redujo a 8% en promedio.
Desde la Asociación Peruana de Productores de Arroz se pidió al gobierno que establezca una tasa arancelaria fija mayor al 46% para la importación del cereal. Desde el Ministerio de Economía y el Banco Central de la Reserva se ha indicado que un arancel de este tipo afectará negativamente a los consumidores, presionando sobre la inflación. Se estima que en la segunda mitad de diciembre se llegue a un acuerdo sobre el nuevo arancel fijo para el arroz y el maíz amarillo.
De acuerdo al Ministerio de Agricultura de Perú, el consumo nacional de arroz pilado aumentó 50% en los últimos 15 años pasando de 1,2 millones de toneladas en 2002 a 1,8 millones en 2016.
Además, en el último año las importaciones explicaron el 14% del consumo, se indicó.