En las colonias capitalinas menos afectadas por el sismo, los precios inmobiliarios podrían subir en el corto plazo, según expertos. Y en los barrios más golpeados, pero de moda, como Condesa y Roma, lejos de desplomarse (...), los valores sólo quedarían congelados por un tiempo.
Ciudad de México. El brutal terremoto del mes pasado recordó lo vulnerable que es la Ciudad de México, pero el mercado residencial capitalino promete encarecerse por la demanda de aquellos que perdieron su hogar y por la escasez relativa de inmuebles nuevos.
En las colonias capitalinas menos afectadas por el sismo, los precios inmobiliarios podrían subir en el corto plazo, según expertos. Y en los barrios más golpeados, pero de moda, como Condesa y Roma, lejos de desplomarse como pasó con el devastador terremoto de 1985, los valores sólo quedarían congelados por un tiempo.
Con una magnitud de 7.1, el temblor del 19 de septiembre pasado mató a 369 personas en todo el país, derribó unos 40 edificios tan solo en la capital y dejó daños estructurales en hasta otro millar de inmuebles en la ciudad.
"Una gran cantidad de personas, aún no sabemos cuántas, perdieron sus casas y de repente llegará como un gran bloque de compradores de lo que está en proceso de producción. Lo que puedes esperar es que suban los precios", dijo Eugene Towle, socio director de la consultora inmobiliaria Softec.
Desde hace tres años, la capital del país sufre un creciente déficit habitacional, en gran parte por las limitaciones en las normas de uso de suelo que restringen la construcción de multifamiliares en las afueras, y eso termina presionando al alza los precios de las viviendas en la ciudad.
Hoy hay 46.000 viviendas en construcción en la Ciudad de México y en la zona conurbana, según cálculos de Softec, con sólo 20.000 a ser entregadas en los próximos dos años. Pero la demanda oscila entre 70.000 y 120.000 hogares anuales por año.
"Hoy, si bien la gente está asustada, lo que creo es que los precios van a mantenerse estáticos (en las zonas más dañadas)", dijo Ángel Valdés, presidente de la Asociación de Profesionales en Comercialización Inmobiliaria.
"Mi edificio aguanta". Durante el último año ha habido un aumento del 2,8% promedio en el precio de venta en Ciudad de México, y de hasta del 12,4% para la renta en colonias de la delegación Cuauhtémoc, una de las más perjudicadas por el terremoto más reciente, según cifras de Inmuebles24, uno de los portales líderes inmobiliarios de México.
Una comparación de precios hecha antes y luego del sismo por otro portal de bienes raíces, Homie.mx, mostró que "el costo permaneció prácticamente sin cambios" para propiedades en venta en colonias muy golpeadas como Roma, Cuauhtémoc y Del Valle.
A pesar del temor entre algunos vecinos de los barrios que más sufrieron con el sismo del mes pasado, las inmobiliarias creen que sigue el apetito por vivir en estas zonas de moda, sobre todo en edificaciones posteriores a 1985, cuando las autoridades elevaron los estándares de construcción forzados por el terremoto que derribó 880 edificios y dejó miles de muertos.
De hecho, a diferencia de lo que pasó con ese terremoto ocurrido exactamente el mismo día de septiembre pero 32 años antes, la gente no está abandonando masivamente esas colonias.
"Sé que mi edificio sí aguanta un temblor, tiene cinco años (de construido)", dijo Ariadna Mendoza, una vecina de Roma Norte de 37 años y embarazada que no piensa mudarse, aún pese a que se han difundido casos de edificios relativamente nuevos dañados.
Por decisiones como las de Mendoza, la gerente comercial de Inmuebles24, Carolina González, tampoco espera alzas de precios en las áreas afectadas. Pero para el resto de la capital dice que "los precios mantendrán el ritmo que venían presentando".
Y los planes de las autoridades de otorgar viviendas o dar beneficios fiscales a los damnificados sólo empujarían más los precios, según Jorge Caballero, socio de la consultora KPMG.
"No creo que vaya a haber alguna repercusión, salvo en aquellos (inmuebles) que sí tengan, por ejemplo, grietas o cuarteaduras", dijo Valdés.