El cierre de actividades en la planta forma parte de la decisión de la petrolera de dejar de actuar en el sector de producción de biocombustibles, dentro del plan de desinversiones lanzado por la empresa para intentar reducir su deuda.

Río de Janeiro. La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció hoy que cerrará una de las tres plantas de producción de biodiesel que tiene en Brasil al entender que no es rentable a corto plazo si no se realizan nuevas inversiones.

En un comunicado, Petrobras Biocombustibles, filial de la estatal, aseguró que a partir del 1 de noviembre iniciará el cierre de actividades en la Central de Biodiesel de Quixadá, en el estado de Ceará, nordeste de Brasil, decisión que ya fue informada a los empleados, sindicatos, clientes y abastecedores, aunque el proceso de cierre puede durar hasta seis meses y todos los empleados serán transferidos a otras plantas de la compañía.

El cierre de actividades en la planta forma parte de la decisión de la petrolera de dejar de actuar en el sector de producción de biocombustibles, dentro del plan de desinversiones lanzado por la empresa para intentar reducir su deuda, con la intención de recaudar hasta 15.100 millones de dólares y deshacerse de sectores como el de biocombustibles, el de distribución de gas licuado (GLP), fertilizantes y participaciones en petroquímica.

"Considerando que, de acuerdo con las proyecciones, no hay una solución para la planta a corto plazo si no se hacen nuevas inversiones, el Consejo de Administración de la empresa optó por dejar de producir biodiesel en Ceará y, de esa forma, concentrar los recursos en proyectos con mayor rentabilidad", asegura la nota.

Petrobras aseguró que sus otras dos plantas de biodiesel, las de Montes Claro y Candeias, seguirán operando normalmente mientras la dirección estudia alternativas para cumplir su objetivo de salir del sector de biocombustibles.