Las acciones de la estatal llegaron a alcanzar esta semana su menor valor por causa de episodios de corrupción, aplazamiento de la divulgación de sus resultados financieros del tercer trimestre y la caída internacional del precio del petróleo.
Sao Paulo. La petrolera estatal Petrobras fue durante años la "joya del imperio" de los brasileños, quienes ahora ven como un gigantesco escándalo de corrupción ha restado parte del valor de la mayor empresa de Brasil.
Las acciones de la compañía llegaron a alcanzar esta semana su menor valor en los últimos diez años sobrecargadas por una tempestad perfecta que incluye episodios de corrupción, aplazamiento de la divulgación de sus resultados financieros del tercer trimestre y la caída internacional del precio del petróleo.
Los títulos preferenciales bajaron el lunes hasta 9.18 reales (unos US$3.45), el menor valor desde julio de 2005, mientras que los ordinarios retrocedieron hasta 8.52 reales (unos US$3.21), una cifra que no se veía desde septiembre de 2004, según la consultora Economatica.
El declive de los títulos de Petrobras en los últimos meses ha perjudicado principalmente a los inversores "estándar" -trabajadores de clase media que mantienen las acciones durante un periodo largo de tiempo- que compraron a partir de 2010, en medio de las expectativas generadas por el presal, el horizonte de exploración descubierto en aguas muy profundas del océano Atlántico.
"Los que compraron en 2010 están muy perjudicados porque compraron a 26.10 reales (unos US$9.78) la acción debido a las expectativas del presal", comentó Ricardo Pinto Nogueira, superintendente de operaciones de la consultora Souza Barros.
En 2010 Petrobras captó 120.000 millones de reales (unos US$45.112 millones) con la venta de acciones para financiar sus operaciones en el presal, pero el martes el valor total de la compañía era inferior a esa cifra, de acuerdo con Pinto Nogueira.
En medio de este escenario, el economista tan sólo recomienda comprar ahora acciones de la petrolera si los inversores tienen "paciencia" para esperar a vender en dos o tres años, momento en el que, según explica, "la compañía habrá cambiado la administración y recuperado su ritmo con normalidad".
El economista destacó también que el precio de las acciones ya puede estar lo suficientemente bajo como para atraer sobre todo a especuladores, que negocian los papeles rápidamente para lucrar a corto plazo.
"Es el momento para el especulador, que vende rápido, pero éste no es el perfil del cliente común de Petrobras. Por lo general, si se pretende vender (las acciones) en 2 o 3 meses, que suele ser lo habitual, no vale la pena que se compre ahora porque está la expectativa de los resultados", añadió.
Hace una semana la petrolera postergó por segunda vez la divulgación del balance financiero del tercer trimestre de 2013 para dar más tiempo a los auditores externos que ha contratado para determinar si los desvíos descubiertos en los últimos meses afectaron sus finanzas.
El aplazamiento generó desconfianza entre los inversores y, a pesar de cerrar al alza el viernes, las acciones preferenciales de Petrobras acumularon pérdidas del 3,65% durante la semana, mientras que las ordinarias retrocedieron un 0,74% en el mismo periodo.
En el último mes, los papeles de la compañía sufrieron una depreciación de alrededor del 30%, afectados también por la caída del precio internacional del petróleo.
A pesar de la situación, el consultor brasileño aseguró que Petrobras, responsable por sí sola por cerca del 13% del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño, sigue "siendo un buen negocio a largo plazo" ya que la empresa continúa "lucrativa".