Las acciones preferenciales de Petrobras, las más negociadas de todo el parqué, perdían un 7,14% y las ordinarias un 6,73% a las 11.30 (13.30 GMT), una hora y media después del inicio de la sesión.
Sao Paulo. Las acciones de la petrolera estatal brasileña Petrobras caían hoy con fuerza en la bolsa de Sao Paulo por los rumores sobre el nombramiento del nuevo presidente de la compañía, que está sumida en una grave crisis por la corrupción.
Las acciones preferenciales de Petrobras, las más negociadas de todo el parqué, perdían un 7,14% y las ordinarias un 6,73% a las 11.30 (13.30 GMT), una hora y media después del inicio de la sesión.
El mercado reaccionaba así a la noticia divulgada por la televisión Globonews de que el Consejo de Administración de la compañía, que está reunido hoy en Sao Paulo, habría elegido como su nuevo presidente a Aldemir Bendine, el actual director del Banco do Brasil, institución también controlada por el Estado.
Bendine ocupa la presidencia del Banco do Brasil desde 2009, cuando fue recomendado para el cargo por el entonces jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
El directivo ha desarrollado toda su carrera profesional en el Banco do Brasil, en el que comenzó a trabajar a los 14 años de edad como aprendiz.
El Consejo de Administración de Petrobras está reunido hoy en la sede de la empresa en Sao Paulo para designar a su nueva cúpula directiva, después de que el pasado miércoles renunciara al cargo la presidenta María das Graças Foster y otros cinco directores.
La renuncia de Foster se debió al agravamiento de la crisis de la empresa, que se encuentra en el eje de un gran escándalo de corrupción investigado por la Policía.
El caso se refiere al pago de sobornos multimillonarios, durante la última década, a políticos y ejecutivos de Petrobras con fondos de la petrolera y de empresas que tenían contratos con la estatal.
La pérdida de credibilidad por la corrupción le ha causado a la empresa, la mayor de Brasil, grandes problemas para captar fondos en los mercados internacionales, por lo que se ha visto obligada a reducir al mínimo sus inversiones para los próximos años.
Entre otros proyectos, Petrobras abandonó las obras de dos grandes refinerías con las que Brasil pretendía convertirse en los próximos años en un importante exportador de combustibles.
Los inversores también han castigado a la empresa en la bolsa y Petrobras, que hace pocos años era la mayor compañía de América Latina, perdió un 58% de su valor en cuatro meses.