Petrobras, una empresa controlada por el Estado pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, aclaró que ningún gerente ha sido despedido debido a que hasta ahora no hay evidencias de responsabilidad criminal.
Río de Janeiro. La petrolera brasileña Petrobras informó este miércoles de que viene promoviendo una serie de sustituciones de sus gerentes para apartar a los que violaron normas internas y que fueron identificados por las comisiones creadas para investigar el enorme escándalo de corrupción del que la empresa es protagonista.
"La compañía informa de que viene promoviendo cambios en su estructura de gerentes en función de los resultados de las comisiones internas creadas para investigar (denuncias de corrupción) y que identificaron el no cumplimiento de procedimientos normativos internos", informó la petrolera en un comunicado.
La nota salió al paso a las versiones de prensa según las cuales la estatal ya ha despedido a cinco gerentes señalados como responsables por algunas de las irregularidades que la justicia viene investigando.
Petrobras, una empresa controlada por el Estado pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, aclaró que ningún gerente ha sido despedido debido a que hasta ahora no hay evidencias de responsabilidad criminal.
"Es importante resaltar que no hubo despidos en la compañía ya que no hay evidencias hasta el momento de dolo, mala fe o recepción de beneficios por parte de esos empleados citados en los informes de las comisiones de investigación interna", agrega el comunicado.
Según Petrobras, las gerencias son cargos de libre nombramiento por parte de la dirección de la empresa y sus ocupantes no tienen mandato ni carácter permanente, por lo que pueden ser sustituidos en cualquier momento.
De acuerdo con el diario O Globo, con base en sus investigaciones internas, Petrobras sustituyó a gerentes responsables por la construcción de una refinería en el estado de Pernambuco (Abreu e Lima) y de un complejo petroquímico en Río de Janeiro (Comperj), y por la compra de una refinería en Estados Unidos (Pasadena).
El mismo diario indica que los gerentes sustituidos tendrían vínculos directos con los dos exdirectores de Petrobras presos por su responsabilidad en el escándalo de corrupción.
Las irregularidades en el seno de la empresa fueron descubiertas gracias a una operación lanzada en marzo pasado por la Policía Federal y que ha permitido el arresto de dos exdirectivos de Petrobras y de ejecutivos de varias empresas acusados de haber montado una red de corrupción para desviar recursos de la petrolera.
El dinero desviado era destinado a la financiación de partidos políticos aliados del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), según las investigaciones.
De acuerdo con los fiscales responsables del proceso, la red de corrupción movió entre 2006 y 2014 unos 10.000 millones de reales (unos US$3.850 millones) en sobrefacturación de obras y contratos de Petrobras.
En desarrollo de la investigación, la Policía Federal arrestó en los últimos cuatro días a 23 ejecutivos de varias de las principales constructoras del país, como Queiroz Galvao, Camargo Corres, Mendes Júnior y OAS, acusados de elevar el valor de sus servicios en las facturas para poder desviar los recursos de la petrolera.
Algunos de los ejecutivos presos ya admitieron en interrogatorios ante la Policía que pagaron sobornos a funcionarios que formaban parte de la red de corrupción enquistada en Petrobras.
Parte de las investigaciones se basan en declaraciones del exdirector de Abastecimiento de la empresa Paulo Roberto Costa, arrestado al comienzo de la operación y quien ha aceptado colaborar con la justicia a cambio de una reducción de pena.
Según Costa, el 3% de todos los contratos se destinaba a financiar a partidos políticos oficialistas.
El escándalo fue uno de los principales asuntos de debate en la campaña presidencial de octubre pasado y tiene en la mira al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, reelegida para un nuevo mandato de cuatro años.