En Londres, el crudo Brent para agosto cedía US$2, a US$90,63 por barril a las 15:26 GMT.
Londres. El crudo Brent caía este jueves casi un 2% a mínimos de 18 meses de US$91 por barril, debido a que débiles datos económicos en China y Estados Unidos ensombrecían el panorama global de crecimiento y apuntaban a menores perspectivas de demanda de petróleo.
Un quiebre técnico en los precios del crudo en Londres y Nueva York también alentaba mayores compras, aunque aún no se avisoraba un nivel mínimo, según analistas.
En Londres, el crudo Brent para agosto cedía US$2, a US$90,63 por barril a las 15:26 GMT.
Los futuros de crudo estadounidenses para agosto ampliaban sus pérdidas, al caer US$2, a US$79,45 por barril, su menor nivel desde octubre del 2011.
El sector fabril chino se contrajo por octavo mes consecutivo en junio, con los pedidos de exportación y los precios en su nivel más débil desde inicios del 2009, mostró este jueves una encuesta del sector privado.
Datos del sector laboral estadounidense se sumaban al sombrío panorama, con el número de norteamericanos que pidió el seguro de desempleo por primera vez mostró pocos cambios la semana pasada, sugiriendo que el mercado laboral tiene problemas para recuperar impulso.
Otro reporte mostró, además, que la actividad manufacturera en Estados Unidos creció en junio a su menor ritmo en 11 meses, con las contrataciones en el sector afectadas por una débil demanda extranjera de productos estadounidenses en el mayor consumidor mundial de petróleo.
"El crudo Brent probablemente caería a US$90,05 y cualquier recuperación podría ser limitada a una resistencia de US$93,66", dijo el analista de Reuters, Wang Tao.
"Para el crudo estadounidense, la próxima meta a la baja estaría cerca de US$79,49, y un descenso por debajo de ese nivel alentaría mayores pérdidas a US$78,65", agregó.
Los futuros del petróleo cayeron más del 3% el miércoles después de que la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos destacó un débil panorama económico y amplió un programa de estímulo monetario, aunque algunos inversores esperaban medidas más agresivas para apuntalar a la mayor economía del mundo.
