Los futuros de crudo Brent para abril ganaban US$4,46, a US$110,22 por barril, tras alcanzar un máximo intradía de US$110,26 por barril, niveles no vistos desde inicios de septiembre del 2008.
Londres. Los precios del crudo Brent trepaban por encima de US$110 por barril este miércoles, mientras la actual crisis en Libia alimentaba los temores de que los disturbios se puedan extender a otras naciones productoras de petróleo.
Los futuros de crudo Brent para abril ganaban US$4,46, a US$110,22 por barril, tras alcanzar un máximo intradía de US$110,26 por barril, niveles no vistos desde inicios de septiembre del 2008.
Los futuros de crudo en Estados Unidos subían US$2,48, a US$97,90 por barril, el mayor precio desde inicios de octubre del 2008.
Según cálculos de Reuters, Libia habría dejado de producir entre 300.000 y 400.000 barriles por día (bpd) de crudo, lo que marca la primera reducción en el suministro de una ola de protestas en los productores petroleros de Oriente Medio y el norte de Africa.
"Si perdemos producción en Libia, entonces habría que reemplazar cerca de 1,6 millones de bpd de muy buena calidad, lo que traería implicancias logísticas y representaría un costo", dijo el analista, Christophe Barret, de Credit Agricole CIB.
Los precios recibieron soporte después de que el grupo austríaco de petróleo y gas OMV dijo que podría paralizar todas sus operaciones en Libia. Total, Repsol-YPF, Eni y BASF también han dicho que están reduciendo sus operaciones o que han dejado de bombear crudo en el país del norte de Africa.
La analista de Barclays Amrita Sen dijo en una nota que cerca de 1 millón de bpd del bombeo de Libia habría sido interrumpido.
Los inversores temen por el posible impacto en el flujo de petróleo del principal exportador de crudo, Arabia Saudita, si sufre disturbios similares. El país abastece alrededor de 10% de la demanda mundial de crudo.
El director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Nobuo Tanaka, dijo que los precios por encima de US$100 por barril para el resto del año podrían arrastrar a la economía global de nuevo a una crisis económica similar a la del 2008.
*Con información de Reuters.