Los pronósticos publicados en la semana indican que la producción de esquisto subirá a un máximo récord en enero, dado que los precios más altos alientan a las empresas a un mayor bombeo.
Londres. Los precios del crudo subían este martes y se acercaban a los 64 dólares por barril, apoyados por el cierre del oleoducto Forties en el Mar del Norte, los recortes al suministro impulsados por la OPEP y las expectativas de que los inventarios de crudo en Estados Unidos caerán por quinta semana seguida.
A las 1100 GMT, el Brent subía 22 centavos a US$63,63 el barril tras llegar el martes pasado a los US$65,83, su precio más alto desde mediados de 2015. El crudo en Estados Unidos ganaba 29 centavos a US$57,45 por barril.
El avance era limitado por una mayor actividad en Estados Unidos. La producción de esquisto subirá a un máximo récord en enero, según un pronóstico publicado este lunes, dado que precios más altos alientan a las empresas a un mayor bombeo.
"(El cierre no planificado de Forties) debería asegurar que las presiones de compra se mantengan como el factor predominante de la estructura del Brent como mínimo hasta el cambio de año", dijo Stephen Brennock, de la correduría PVM.
En tanto, Ineos, operador de Forties, dijo este martes que el tiempo estimado para las reparaciones sigue siendo de dos a cuatro semanas a partir del 11 de diciembre, la fecha del cierre.
La OPEP y otros productores aliados como Rusia extendieron su acuerdo de reducción de suministro hasta fines de 2018. Este lunes, la petrolera rusa Rosneft dijo que el pacto se podría mantener más allá del año próximo.
Como resultado de los recortes, los inventarios petroleros están disminuyendo a nivel global y se espera que los reportes de la última semana muestren una reducción adicional en las existencias en Estados Unidos. A las 2130 GMT se publicará el reporte del Instituto Americano del Petróleo (API).
Sin embargo, una mayor producción en Estados Unidos está disminuyendo la efectividad del pacto de la OPEP y de otros factores de apoyo a los precios. Se pronostica que la producción de esquisto en Estados Unidos de enero subirá en 94.000 barriles por día a 6,41 millones de bpd.