El Ministerio de Recursos Naturales no Renovables negocia el contrato en base a las exigencias impuestas por la firma binacional y que incluyen inversiones a mediano plazo, costos operativos y tarifas.
Guayaquil. El Ministerio de Recursos Naturales no Renovables se tomará dos meses más de lo previsto para decidir si el contrato con la empresa binacional Río Napo continuará o no con esa operadora.
El plazo inicial fue de 60 días y venció en junio. Ahora se extenderá hasta finales de agosto.
Según el ministro Wilson Pástor, para la renegociación del contrato se han puesto cuatro condiciones a la empresa: un plan de inversiones a mediano plazo que incorpore la recuperación mejorada, una revisión de los costos operativos, una tarifa razonable y la solución de los problemas operacionales como torres de perforación y estabilidad de la generación eléctrica.
Con esas cuatro cláusulas el gobierno espera renegociar el contrato que en menos de año y medio ha dejado más desventajas que ventajas.
Según Pástor, Sacha –el campo más productivo del país– redujo su extracción en dos mil barriles frente a lo programado.
Río Napo, constituida en el 70% por la petrolera pública Petroecuador y en el 30% por la venezolana Petróleos, suscribió en el 2009 un contrato de servicios específicos.
En agosto, el directorio de Petroecuador decidirá si las áreas de exploración y producción de Petroecuador y Petroamazonas, así como Sacha, se fusionan, creando una sola empresa de explotación de crudo.
En abril pasado, las observaciones de Pástor apuntaron a que los costos de producción estuvieron en US$4,50 por barril, cuando debían fijarse en US$7,60.
A Petroecuador le cuesta producir cada barril de crudo entre US$7,50 y US$8, y a las empresas privadas, entre US$9 y US$12.
La curva base (proyección de la producción petrolera sin inversiones) también fue observada y calificada por Pástor como errónea. Se consideró una declinación del 4% cuando en realidad es del 7% y 10%.