Los retrasos en la contención de la filtración, incrementan las chances de que ésta pueda convertirse en el peor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos.
Washington. Grandes firmas petroleras serán este martes centro de atención, cuando legisladores estadounidenses interroguen a sus ejecutivos sobre la explosión en una plataforma y el derrame de crudo que amenaza con causar una catástrofe en el Golfo de México.
Las audiencias se producirán en medio de una desesperada carrera contra el tiempo por contener la fuga de petróleo desde una filtración en un pozo luego de que una explosión el mes pasado dejó 11 muertos, hundió la plataforma, y provocó el desastre económico y ecológico en marcha.
Los retrasos en la contención de la filtración incrementan las chances de que ésta pueda convertirse en el peor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos, superando el accidente en 1989 del Exxon Valdez en Alaska.
BP planeaba otro intento por contener la fuga submarina de petróleo de su pozo en el Golfo de México, esta vez con una cúpula más pequeña que la que ya utilizó en un intento fallido por detener el escape, que se estima vuelca unos 5.000 barriles (795.000 litros) de petróleo al día en las aguas del golfo.
La petrolera intentará colocar un contenedor más pequeño sobre el pozo de petróleo dañado, después de que una acumulación de gas cristalizado frustró un intento inicial de instalar una enorme cúpula de contención sobre la fuga. Después el petróleo sería desviado hasta un tanquero.
Lamar McKay, presidente de BP America Inc, Steven Newman, presidente de Transocean Ltd, y Tim Probert, un ejecutivo de alto rango de Halliburton Co, enfrentarán un intenso interrogatorio ante dos comisiones del Senado.
En base a los testimonios escritos, los ejecutivos se acusarán unos a otros por la explosión en la plataforma y el fracaso en controlar la mancha de crudo que amenaza con devastar la vida marina, la actividad pesquera, la navegación y el turismo en la costa estadounidense del Golfo de México.
Sus compañías enfrentan una intensa presión política por las secuelas que dejó la explosión que causó el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon de Transocean, cuando la firma finalizaba la perforación de un pozo para la petrolera BP.
Halliburton aparece junto a BP y Transocean en el caso debido a que ofreció una variedad de servicios a la plataforma y fue la encargada de colocar cemento sobre el pozo para estabilizar sus paredes y conectarlo.
Según el testimonio que entregará Transocean durante las audiencias de este martes, la causa de la explosión fue una falla al colocar el cemento para cubrir el pozo submarino.
BP culpa de la explosión a Transocean, propietaria de la plataforma y de la ejecución de un sistema de válvulas diseñadas para cerrar el flujo de petróleo en caso de un cambio súbito de presión.
Las acciones de BP han perdido casi un 15 por ciento desde que la plataforma Deepwater Horizon explotó, borrando cerca de US$30.000 millones de dólares de su valor de mercado.
Nunca supieron qué los golpeó. "La única cosa que sabemos con certeza es que (...) fue una inesperada y catastrófica falla del cemento, el revestimiento, o ambos", indican las declaraciones preparadas por Newman.
El ejecutivo también indicó que la plataforma explotó tres días después de que estuvo completa la perforación y que el pozo había sido sellado con cemento. Los trabajadores que estaban sobre él nunca supieron qué los golpeó.
"También está claro que los trabajadores de la plataforma tuvieron poco (si es que tuvieron algún) tiempo para reaccionar", escribió Newman. "Las explosiones fueron casi instantáneas", agregó.
Con los intentos por contener el derrame infructuosos hasta el momento, algunos legisladores han cuestionado si las compañías tenían la capacidad adecuada para responder al accidente.
El gobierno del presidente Barack Obama, legisladores y grupos ambientalistas dijeron que posiblemente se requerirán nuevas regulaciones para mejorar la seguridad en los pozos submarinos.
En su testimonio, los ejecutivos no dan recomendaciones sobre cómo proteger a los trabajadores de esas explosiones en el futuro, o sobre cómo prevenir y controlar de mejor manera derrames de petróleo en las profundas aguas del Golfo.
Congresistas y senadores también presentaron una iniciativa que aumentaría la cantidad de dinero que BP deberá desembolsar por las pérdidas económicas causadas por el derrame, que pasaría a US$10.000 millones desde los 75 millones que contempla la legislación actual.
El derrame genera una fuerte incertidumbre sobre el destino de la iniciativa climática del Senado que sería dada a conocer esta semana.
Algunos demócratas de estados costeros han amenazado con oponerse a la legislación, que se prevé incluirá medidas para promover la exploración petrolera y la perforación mar adentro en nuevas áreas.
También está previsto que los tres ejecutivos involucrados acudan este miércoles ante una subcomisión de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes.