Las autoridades de la pretrolera estatal paraguaya intentan cancelar este pasivo “para borrar evidencias” del procedimiento ilegal.
Asunción. La administración actual de la petrolera estatal de Paraguay se encuentra abocada a honrar un pasivo ilegal, superior a los US$16 millones, que fue originado por operaciones de flete prohibidas por Contrataciones Públicas.
El ex presidente de Petropar, Juan González Meyer, también intentó cubrir este “mono” y recurrió para ello hasta al mismo presidente Fernando Lugo.
Antes que sancionar a los funcionarios que violaron las disposiciones legales al adquirir combustibles en forma totalmente irregular, producto de la modalidad de flete DES (combustible puesto en Villa Elisa), las autoridades de Petropar intentan cancelar este pasivo “para borrar evidencias” del procedimiento ilegal.
Se trata de una deuda de un poco más de US$16 millones, operación concretada durante la administración de Juan Alberto González Meyer, y que fue prohibida expresamente por Contrataciones Públicas, en marzo de 2010.
El propio González Meyer había solicitado por nota al presidente Lugo, en mayo último, que se les autorice a cubrir dicho pasivo ante la negativa de Contrataciones Públicas de avalar este pago ilegal.
En esa misiva hablaron de la “autorización para un desembolso de US$15.631.022”, aunque el monto se fue disparando por los intereses abusivos aplicados por nuestros “hermanos bolivarianos”.
Cabe recordar que Contrataciones Públicas es la única que puede emitir el código de contratación correspondiente para realizar los pagos por las compras que realiza el Estado paraguayo, por lo que si esta institución no avala el procedimiento de compra de Petropar, la petrolera estatal no puede honrar su deuda.
La nueva administración de Petropar, liderada por Sergio Escobar Amarilla, hermano del sacerdote Jovino Escobar, quien trabajó con Lugo cuando este era obispo de San Pedro, prosigue con la tarea de González Meyer de tratar de pagar esta deuda espuria.
Esta mora de US$16 millones se originó por la insistencia de Petropar de favorecer a una naviera socia de Pdvsa y amiga del presidente Lugo, que realizaba las entregas de los combustibles a través de la modalidad de flete DES, que no está contemplada en ningún acuerdo ni ley, por lo que la operación debió someterse a una licitación pública.
El beneficiado fue el empresario argentino, ex financista de la campaña electoral de Lugo en el 2008, Andrés Guzmán, propietario de las navieras Fluviomar y Conosur.