Sólo cinco de veinte de los proyectos que se acordaron en 2008 en una cumbre mundial están en marcha."(El objetivo de 2010) sigue siendo un desafío que exigirá a los gobiernos y a la industria trabajar conjuntamente", dijo la IEA
Londres. El mundo está incumpliendo los objetivos para desarrollar tecnología con la que capturar dióxido de carbono, dijo el lunes el organismo que supervisa la energía en las economías industrializas en un recuerdo a los países del G-8 sobre sus promesas.
En una cumbre en Japón hace dos años, ocho de las principales economías mundiales respaldaron el objetivo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) de lanzar 20 proyectos a gran escala para presentar tecnología para la captura y el almacenamiento de dióxido de carbono para 2010.
De hecho, sólo hay cinco de estos proyectos en marcha, todos autorizados antes de la cumbre de 2008, dijo el asesor energético a los 28 países industrializados antes de la cumbre del G-8 de la semana próxima en Canadá.
Ninguno de los proyectos actuales probó la cadena al completo de procesos CCS, que implican atrapar y luego canalizar y almacenar bajo tierra las emisiones de carbono de las plantas de gas y carbón.
"(El objetivo de 2010) sigue siendo un desafío que exigirá a los gobiernos y a la industria trabajar conjuntamente", dijo la IEA en un informe en la cumbre de Canadá del G-8.
Una nota positiva es que la IEA estimó que los gobiernos se habían comprometido en los últimos dos años a proporcionar más de US$26.000 millones en apoyo a la financiación para proyectos de muestra. Esa cifra contrasta con la necesidad anual de financiación, de entre US$5.000 millones y US$6.500 millones en la última década.
La IEA argumenta que la CCS es una tecnología vital para combatir el cambio climático porque podría permitir a los países en vías de desarrollo continuar quemando suministros de carbón barato y aún así recortar sus emisiones de dióxido de carbón, mientras intentan hacer crecer sus economías.
Los países en vías de desarrollo son ahora la principal fuente de las crecientes emisiones de gases de invernadero.
La IEA estima que se necesitan unos 100 proyectos de CCS a gran escala en todo el mundo para 2020, aproximadamente la mitad en los países en vías de desarrollo, para permanecer en los límites más seguros de cambio climático.