Los agentes consideran que las nuevas reglas que rigen sus actividades atentan contra su libertad comercial y por eso han acudido a los tribunales, donde ya ganaron el primer round.
Desde el pasado primero de abril la Federación Alemana de Fútbol (DFB), atendiendo las guías de la FIFA, puso en vigencia una nueva regulación al trabajo de los agentes de jugadores. Allí se contemplan, entre otras muchas, las siguientes novedades: obligación de inscribirse en un registro central, de declarar cada negocio de asesoría a un futbolista o un club en el que participen, de exponer abiertamente el contenido de sus contratos, y de presentar un certificado policial de buena conducta como requisito para poder desempeñar sus actividades.
Las nuevas reglas fueron recibidas con muy poco entusiasmo por los agentes alemanes. En su representación la firma más grande de consultaría de fútbol en el país, Rogon, acudió a la vía jurídica interponiendo una medida cautelar para frenarlas.
En primera instancia, un tribunal regional acogió parcialmente la semana pasada los argumentos de Rogon, firma que maneja a importantes estrellas del fútbol de la Bundesliga como el campeón del mundo alemán Julian Draxler, los brasileños Roberto Firmino del Hoffenheim y Luiz Gustavo del Wolfsburgo, así como el líder de la tabla de goleadores del campeonato local, el delantero del Fráncfort Alexander Meier.
Si bien la justicia alemana dejó en pie las principales exigencias de la Federación Alemana de Fútbol a los agentes, a ellos les dio la razón en los aspectos financieros de mayor relevancia y los liberó de la obligación de tener que someterse a las reglas y estatutos de la entidad rectora del balompié teutón.
Por ahora los agentes podrán seguir contando con libertad de establecer sus tarifas y provisiones en relación al dinero que muevan los contratos de fichaje de los jugadores que asesoran. Igualmente a ellos aún les es permitido cobrar honorarios cuando participen en transacciones que involucren a futbolistas menores de edad, así como se les posibilita todavía comerciar con la cesión de derechos de transferencia.
El tribunal regional que falló sobre la medida cautelar dejó la disputa abierta a instancias superiores, a donde con seguridad la Federación Alemana de Fútbol la llevará pues tal y como quedaron las cosas es casi imposible lograr el propósito de la FIFA de hacer más transparente un negocio que en la primera y segunda división de la Bundesliga, en la temporada 2013/2014, generó pagos a los agentes por una suma cercana a los 100 millones de euros.
Las directivas del fútbol alemán están especialmente alertas a las repercusiones legales que el proceso tendrá sobre los negocios con los derechos deportivos de los futbolistas menores de edad. Al respecto el vicepresidente jurídico de la DFB, Rainer Koch, dijo: "Vamos a esperar que nos comuniquen oficialmente el fallo para saber cómo tenemos que reaccionar, pero la verdad es que no nos podemos imaginar que las ganancias de un agente sean favorecidas por encima de la protección a los menores".
La confrontación entre los agentes de jugadores y la Federación Alemana de Fútbol apenas está empezando. Ambas partes ya están preparando sus ataques para el próximo round.