El fenómeno es una tendencia que se da en otros países de la región, como Brasil, donde las inversiones multimillonarias impulsaron los precios de las tierras, de la mano de la alta rentabilidad que ofrece el negocio agropecuario.
Buenos Aires. El precio de las tierras agrícolas subió hasta 36% en el último año en la principal zona agropecuaria de Argentina, un proveedor internacional clave de alimentos, impulsado por los altos valores de los granos, dijeron firmas de bienes raíces.
El fenómeno es parte de una tendencia que se da también en otros países de la región como Brasil, donde inversiones multimillonarias impulsaron los precios de las tierras, de la mano de la alta rentabilidad que ofrece actualmente el negocio agropecuario.
La actividad rural es uno de los motores de la economía en Argentina, que en la última década vio crecer el valor de sus campos en más de un 100% -lo que también impulsó el precio de alquiler de la tierra-, de la mano de la feroz expansión de la soja.
Según un reporte de la firma privada Compañía Argentina de Tierras (CAT), en mayo del 2011 una hectárea valía en promedio US$17.000 en el norte de la provincia de Buenos Aires -la zona más fértil del país-, 36% por encima de los US$12.500 registrados en el mismo período del año pasado.
"En el último año hubo un alza en los precios de la tierra agrícola. En líneas generales, subió alrededor de 20%", dijo a Reuters Eduardo Fitz Gerald, director de la CAT, especializada en la compra y venta de tierras.
Buenos Aires es la principal región agrícola de Argentina. Las tierras ubicadas en su límite norte conforman, junto al sur de la provincia de Santa Fe y el sudeste de la provincia de Córdoba, el núcleo agropecuario del país.
"La oferta de campos en la zona núcleo se va reduciendo cada vez más y eso hace que los precios se mantengan muy firmes", dijo Carlos Pechini, de la firma inmobiliaria agrícola Nordheimer, que señaló que en el último año los precios de la tierra argentina subieron al menos 20%.
Muy demandados por las altas tasas de rentabilidad de la actividad agrícola, pero con una oferta cada vez más limitada, los campos son considerados buenos refugios para la inversión de capital, aunque en el último año registraron muy pocas transacciones.
Según una investigación realizada en mayo por la Bolsa de Comercio de Rosario, el valor de una hectárea de tierra para producir maíz, el segundo cultivo de Argentina después de la soja, creció 120% en la última década a unos US$15.000.
"El alza en los precios es la tendencia de los últimos años. Tiene ratos de meseta, pero los precios no van para abajo", dijo Fitz Gerald, que agregó que, tras la subida reciente, el valor de la tierra en las principales regiones agropecuarias debería estabilizarse.
En la campaña 2010/11, se dedicaron cerca de 36 millones de hectáreas para la producción agrícola en el país sudamericano, de los que la mitad fueron implantados con soja, de acuerdo con las cifras del Ministerio de Agricultura.
Como trasfondo del aumento de precios de las tierras, la soja registraba a mediados de julio -en su posición más cercana SQ1 un alza interanual de cerca del 40% en el mercado de futuros de Chicago.