Estados Unidos ha dicho que quiere reducir a cero para noviembre las exportaciones petroleras de Irán, el quinto mayor productor mundial de crudo, una medida que obligaría a otros grandes productores como Arabia Saudita a bombear más.
Londres. Los precios del crudo subían este lunes ante un incremento de la demanda mundial y los esfuerzos estadounidenses por frenar mediante sanciones las exportaciones iraníes, que deberían compensarse con bombeo de otros productores.
El referencial Brent avanzaba 70 centavos a US$77,82 por barril a las 1146 GMT, mientras que el petróleo en Estados Unidos operaba casi estable a US$73,82.
Estados Unidos ha dicho que quiere reducir a cero para noviembre las exportaciones petroleras de Irán, el quinto mayor productor mundial de crudo, una medida que obligaría a otros grandes productores como Arabia Saudita a bombear más.
Pero los saudíes y otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tienen poca capacidad ociosa y la demanda de crudo ha aumentado más rápido que la oferta en el último año.
Al mismo tiempo, las exportaciones de varios miembros de la OPEP, como Venezuela y Libia, han estado cayendo. "Si los saudíes y otros (productores) reemplazan las pérdidas causadas por (la exclusión de) Irán, prácticamente no habrá capacidad ociosa disponible", dijo Michael Wittner, analista de SocieteGenerale.
La producción de petróleo de Estados Unidos está aumentando pero es poco probable que pueda cubrir la brecha si sus sanciones son exitosas en bloquear las exportaciones iraníes.
El mercado petrolero de Estados Unidos está ajustado. Los inventarios en Cushing, Oklahoma, el punto de distribución de los futuros de crudo estadounidenses, han caído a su menor nivel en tres años y medio, según datos difundidos la semana pasada.
La OPEP, Rusia y otros productores fuera del grupo acordaron en junio un modesto incremento del bombeo para contener los precios del crudo, que recientemente alcanzaron máximos de tres años y medio. Un alza en los suministros revertiría parte del pacto de recortes al bombeo fijado desde el 2017 por la OPEP y otros importantes productores para frenar un exceso de oferta de varios años que había hundido los precios.