Esta una señal de avance para el fabricante estadounidense en uno de los principales mercados emergentes.
Sao Paulo. La presidenta brasileña Dilma Rousseff está conversando con Boeing para comprar un nuevo avión presidencial, dijeron cuatro fuentes, en una señal de avance para el fabricante estadounidense en uno de los principales mercados emergentes.
Rousseff busca un avión comercial más grande y consistente con el creciente poder económico y geopolítico de Brasil y está evaluando la compra de un Boeing 747 similar al Air Force One del presidente estadounidense, declararon las fuentes, que pidieron no ser identificadas.
La presidenta brasileña usa actualmente un Airbus A319 comprado por su predecesor Luiz Inácio Lula da Silva en el 2004.
Sin embargo, ese avión no está diseñado para ciertos vuelos de larga distancia y obligó a Rousseff a realizar en marzo dos escalas en un viaje a India para participar de una cumbre del grupo de potencias emergentes BRICS, según las fuentes.
"Los presidentes brasileños van a estar viajando a India y China una vez al año de ahora en adelante y no deberíamos tener que estar haciendo paradas como esas. Es intolerable", manifestó una de las fuentes.
Otra de las personas que prestó declaraciones dijo que Rousseff no estaba considerando seriamente otro proveedor que no fuera Boeing .
Si la compra se concreta, marcaría una victoria simbólica para Boeing, que intenta ganar participación de mercado en la mayor economía de América Latina y la sexta del mundo. La compañía estadounidense busca alternativas a sus tradicionales mercados en Estados Unidos y Europa, que tienen pobres perspectivas de crecimiento.
Boeing, aproximándose a Brasil. Boeing anunció este mes un contrato para proveer un nuevo sistema de armamento para un avión de ataque ligero fabricado por la empresa brasileña Embraer, que está intentando expandir sus operaciones de defensa.
Ambas compañías también dijeron que colaborarían en el desarrollo y mercadeo del futuro transporte militar de Embraer, KC-390.
Relaciones más cercanas con el gobierno brasileño y su mayor fabricante de aviones podrían darle a Boeing una ventaja en un negocio mucho mayor: la compra de cazas de nueva generación para la Fuerza Aérea Brasileña por al menos US$5.000 millones.
Boeing está compitiendo con la empresa francesa Dassault y la sueca Saab. Rousseff no tomaría una decisión hasta fines del 2012 o comienzos del 2013, según funcionarios.
Un portavoz de Boeing, Jim Proulx, expresó por email que "nosotros no comentamos en los medios ninguna discusión que podamos tener o no con potenciales clientes".
El 747 tiene cuatro motores en lugar de dos como la mayoría de los aviones modernos. Eso podría ofrecer más respaldo en caso de un problema con los motores, una prioridad de Rousseff tras recientes fallas de seguridad con su actual avión, dijeron las fuentes.
El Airbus de Rousseff sufrió a mediados de junio un problema de presurización en la cabina durante un vuelo de Río de Janeiro a Brasilia. Aunque nadie resultó herido, el avión debió regresar a Río, donde Rousseff embarcó en otra aeronave más pequeña de respaldo que la dejó en casa bien pasada la medianoche.
El diario brasileño "O Globo" reportó el sábado que Rousseff tenía un "miedo mortal" a las turbulencias y a menudo instruía a sus pilotos que alteraran la ruta de vuelo para esquivar tormentas eléctricas.
Gastar una cifra considerable en un nuevo avión presidencial puede generar problemas políticos. Lula fue duramente criticado en su momento por gastar demasiado con la compra del Airbus por unos 58 millones de dólares.
Sin embargo, las ambiciones económicas y políticas de Brasil han crecido significativamente desde entonces. El producto Interno Bruto superó al de Gran Bretaña en el 2011 y su influencia creció en foros internacionales además de en otros mercados emergentes, especialmente en Africa.
Un reciente viaje a Etiopía requirió una escala para reabastecer combustible en Africa Occidental, dijo uno de los funcionarios.
La distancia de vuelo entre Sao Paulo y Nueva Delhi es de unas 7.800 millas náuticas. El Airbus A319 tiene un alcance de 3.740 millas náuticas, según la página web del consorcio europeo EADS. La nueva versión del Boeing 747 puede cubrir unas 8.000 millas náuticas.
El nuevo 747 tiene además una capacidad para 467 pasajeros en su versión estandar para aerolíneas, mientras el A319 tiene 124 asientos.