"Me equivoqué. Pensé que estaba más asumida la situación de crisis", dijo el mandatario Alberto Fernández y se defendió de las acusaciones de la oposición: "No soy un loco suelto, no ando con una chequera de expropiaciones".
Buenos Aires. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha reconocido que se equivocó al ordenar la expropiación de la empresa agraria Vicentin para garantizar el suministro de comida al país durante la pandemia de coronavirus.
"Me equivoqué. Pensé que estaba más asumida la situación de crisis", ha dicho en una entrevista concedida a la emisora argentina La Patriada que recoge el diario local 'La Nación'. "No soy un loco suelto, no ando con una chequera de expropiaciones. Pensé que iban a salir a festejar", ha confesado.
Fernández ha lamentado la estrategia de "demonización absoluta" que en su opinión ha adoptado la oposición "diciendo que iba a ser un país como Venezuela". "Me dicen que soy un 'chavista' que quiere expropiar. Si quisiera expropiar, no expropiaría una empresa en quiebra, sino una cerealera floreciente", ha esgrimido.
Además, ha aprovechado para contestar que "los que hicieron un país como Venezuela, con una inflación galopante, fueron ellos", en alusión a la anterior Administración de Mauricio Macri.
A este respecto, se ha referido a las negociaciones para la reestructuración del pago de la deuda, indicando que Argentina ha hecho su "ultimo esfuerzo". "Ahora estamos esperando la respuesta de los acreedores", ha apostillado.
A pesar de sus desencuentros con la oposición, Fernández ha pedido aunar fuerzas, más en el contexto de la pandemia de coronavirus. "Lo que yo quiero es que tomemos las cosas con otra seriedad. El camino del odio no conduce a ningún lado (...) Cuando odias solo estás mirando para atrás, lo que hay que hacer es mirar el futuro", ha sostenido.
La expropiación de Vicentin, ordenada el pasado mes de junio ante el quiebre de la empresa agraria pero frenado por los tribunales y ahora en el aire, fue uno de los motivos que, junto al confinamiento por el coronavirus, llevaron a miles de argentinos a manifestarse el pasado 9 de julio, coincidiendo con el 204º aniversario de la independencia del país.
Argentina contabiliza ya más de 100.000 casos, incluidas unas 1.900 víctimas mortales, un balance que sitúa a la nación austral por encima de China en número de contagios. Fernández ordenó una cuarentena nacional que ha ido relajando para mitigar el impacto de la crisis económica provocada por la pandemia.