Barack Obama fustigó a la industria petrolera y señaló que su relación con los reguladores era cómoda y "a veces corrupta" en el pasado, lo que llevó a una falta de control en el área.
Venice. La petrolera BP dijo este jueves que había avances en su intento por tapar el pozo dañado en el Golfo de México, mientras datos oficiales de Estados Unidos mostraron que el derrame se había convertido en el peor de la historia del país al superar al del Exxon Valdez.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó al incidente un "desastre sin precedentes" y expresó su "enojo y frustración" al anunciar una ampliación por 6 meses de la veda para nuevas perforaciones en aguas profundas mientras una comisión investiga las causas de la catástrofe.
Obama fustigó a la industria petrolera y señaló que su relación con los reguladores era cómoda y "a veces corrupta" en el pasado y que eso había llevado a una falta de control en el área. El mandatario dijo que la marea negra subrayó la necesidad de hacer más severa la regulación.
Millones de litros de crudo se derramaron en las aguas del Golfo desde que el 20 de abril una explosión en la plataforma Deepwater Horizon quitó la vida a 11 operarios y abrió una fuga de petróleo a 1,6 kilómetros de profundidad sobre el lecho marino, que amenaza a varias poblaciones costeras.
La conmoción política derivada del desastre medioambiental ocasionó su primera víctima de alto rango con la renuncia de la jefa del ente regulador de las perforaciones petroleras mar adentro.
La decisión de Obama de extender la moratoria afecta a la exploración petrolera costa afuera y es un potencial golpe a su iniciativa para revisar toda la política energética.
El director gerente de BP, Robert Dudley, dijo que la compleja operación llamada "top kill", que comenzó este miércoles y consiste en inyectar líquidos pesados en el pozo dañado y luego cementarlo, estaba avanzando "tal como queremos".
Pero aclaró en el programa "Today Show" de NBC que era demasiado temprano para decir si era un éxito.
El almirante de la Guardia Costera, Thad Allen, que está encabezando la respuesta oficial al derrame, que era "cautelosamente optimista" sobre el procedimiento.
"Están en un periodo de esperar y ver ahora, mientras observan si el pozo se estabiliza", añadió.
El portavoz de BP, David Nicholas, dijo luego que no había información nueva sobre el resultado de "top kill". Pero las noticias sobre los progresos en los trabajos de bloqueo del derrame, junto con un alza del precio del petróleo, levantaron las acciones de la empresa en casi 6%.
El diario, que citó un documento de BP que recibió de un investigador en el Congreso, dijo que los gases se filtraban a través del revestimiento horas antes de la explosión.
La compañía ha perdido casi una cuarta parte de su valor de mercado desde la explosión de la plataforma, que le arrebató unos US$50.000 millones.
Mientras BP vigilaba la operación "top kill", el New York Times reportó que la compañía trató de ahorrar dinero arriesgándose con el tipo de cemento que usó para un revestimiento del pozo.
La directora del Servicio Geológico de Estados Unidos, Marcia McNutt, confirmó que se había derramado mucho más petróleo desde el pozo submarino que los 257.000 barriles que se estima arrojó el tanquero Exxon Valdez al encallar en Prince William Sound, Alaska.
McNutt lidera el panel de expertos creado por el Gobierno para determinar la cantidad de petróleo que se derrama, y que estimó la pérdida entre 12.000 y 25.000 barriles por día, muy por encima de los 5.000 barriles que proyectaba BP.