La Asociación de Industria Eléctrica (AIE) llevas más de 20 de historia en Chile, pero es durante la última década donde han visto el mayor crecimiento de su sector. Con una industria naciente, diversificada y apoyada por una serie de importantes inversiones, su presidente Victor Grimblatt no duda en destacar los avances y poner ojo en los retrocesos, como también en plantear sus dudas con la nueva administración de Sebastián Piñera.
-Como organización, ¿qué diagnóstico hacen de la red eléctrica del país?
-Como organización vemos factores positivos como negativos en dicho análisis. El gran punto a favor es la gran interconexión de energía que se está logrando a nivel país. Hoy existe el hecho de que varios actores interactúan dentro de la red eléctrica y están inyectando energía hacia esa misma red, donde algunos pueden hasta fallar y otros suplirlos. Por ello, creemos que el tema de la interconexión nacional ha sido un logro muy importante.
-¿Y por mejorar?
-Es indudable el tema de la distribución. Una vez que llegaste a interconectar regiones o zonas aisladas, recién comienza el tema de la distribución, y creo que en ese tema es donde estamos aún en deuda.
-En un país sensible a eventos o catástrofes geográficas frecuentes, ¿qué tipo de estabilidad tiene el sistema eléctrico chileno?
-El sistema, básicamente, no ha sido preparado para los distintos factores que influyen en este. En resumen, es un sistema maravilloso cuando están todas las condiciones óptimas, pero basta que aparezcan unas pequeñas diferencias climáticas o un accidente de tránsito que tira abajo un poste de interconexión y el sistema, a pesar de sus avances, se viene abajo.
-¿Cómo se soluciona esa precariedad?
-El problema radica en las distribuidoras de energía, que al día de hoy aún mantienen un sistema bastante arcaico y antiguo. Si tomas el ejemplo de mirar por la ventana desde un piso elevado, la cantidad de cables de energía eléctrica que andan por los cielos es una cosa espantosa. Entonces, ante cualquier fenómeno foráneo, ese tipo de conexión se cae y junto con ello, no se han renovado porque no se ha invertido en modernización de ese tipo de sistema eléctrico.
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
-Chile tiene una condición ideal para generar energía solar, ¿vamos por buen paso?
-Cómo país, Chile tiene un enorme potencial. Si vemos el desierto de Atacama, que tiene la mayor radiación solar del mundo, Chile tiene la real posibilidad de convertirse en la Arabia Saudita de la energía solar en América Latina.
-¿Cómo se concreta esa transformación?
-Primero, yo creo que no lo estamos enfrentando como debemos. Chile tiene una condición ideal, pero, por ejemplo, uno de nuestros grandes desafíos es el tema de los paneles solares, ya que los de características normales no sirven para el desierto, ya que su vida útil es muy poca, debido a la alta radiación a los que son sometidos.
-¿Cómo se proyecta la industria y desarrollo eléctrico en el país con la nueva administración de Sebastián Piñera?
-Yo tengo sentimientos encontrados con esta nueva administración. Mi miedo es su visión neoliberal purista, neoliberal ortodoxa respecto de si debemos generar una industria competitiva o no... Nosotros apuntamos a crear una industria que vaya dejando de lado la extracción, encaminarnos a una industria de manufactura y transformación eléctrica. Por ejemplo, si el nuevo gobierno solo se dedica a ver qué tipo de paneles solares son necesarios en el desierto de Atacama, yo diría que la nueva administración falló. Es mejor que el Ejecutivo dé un impulso a la investigación nacional de materiales tecnológicos... Ahí radica mi gran miedo, ya que en la administración anterior de Piñera no impulsó la industria nacional eléctrica.