La industria, que se instalaría en el centro del país, implicaría una inversión de unos US$4.000 millones y generaría unas 8.000 fuentes de trabajo durante la etapa de construcción. El proyecto aun debe ser aprobada por los accionistas de la firma.
Montevideo. El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, informó este jueves que se alcanzó un acuerdo en la negociación con la forestal UPM para la instalación de su segunda planta de celulosa en el país, y que sólo resta la aprobación del proyecto por parte de los accionistas de la firma finlandesa.
Vázquez señaló a periodistas, tras una actividad oficial en el departamento de Colonia (oeste), que el gobierno cerró "en forma positiva" todos los temas negociados con UPM.
Ese acuerdo se alcanzó "con mucho trabajo y la participación de todos los actores", resaltó, inclusive en el capítulo referido a la cláusula de prevención de conflictos.
"Todo viene a favor de que se instale la planta, pero se debe aguardar la resolución de la asamblea de accionistas", sostuvo.
Agregó que la máxima autoridad de UPM llegará a Uruguay este mes para recibir la última información sobre la negociación para luego elevarla a los accionistas, quienes tomarán la decisión.
Además, Vázquez anunció que el 17 de mayo llegará a Uruguay el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para firmar el contrato final de financiación para renovar unos 270 kilómetros de vía férrea, infraestructura exigida por UPM para instalar la fábrica.
"Las obras (del ferrocarril) comenzarían inmediatamente", resaltó.
La obra "Ferrocarril Central", que unirá el departamento de Durazno (centro) y Montevideo, con una longitud de 273 kilómetros, tiene una inversión inicial de US$825 millones.
Ese proyecto que se ejecutará en régimen de Participación Público-Privada (PPP), fue adjudicado al Grupo Vía Central, en el que participan capitales uruguayos, españoles y franceses.
En un contrato de inversión firmado con UPM, el gobierno de Uruguay se compromete a readecuar la red ferroviaria y vial entre el centro del país y Montevideo, como condición previa para que se instale una nueva planta de celulosa.
La industria, que se instalaría en el centro del país, implicaría una inversión de unos US$4.000 millones y generaría unas 8.000 fuentes de trabajo durante la etapa de construcción.
UPM debe responder en 2020 si finalmente instala esa planta que tendría una capacidad de producción de 2 millones de toneladas anuales de pasta de celulosa de eucalyptus.
La celulosa se convirtió en 2018 por primera vez en el principal producto exportado por Uruguay, desplazando del sitial a su histórico estandarte, la carne, y a su más reciente "joya", la soya.