Los bonos de deuda se han convertido en un activo de alta demanda, dados sus altos rendimientos y la posibilidad que brindan de ser canjeados por dólares en una economía sedienta de divisas y envuelta en un férreo control de cambio desde el 2003.
Caracas. La petrolera estatal venezolana PDVSA mantiene abierta la posibilidad de emitir nueva deuda para financiar un sistema de asignación de divisas dentro del control de cambio vigente, dijo el presidente de la firma, Rafael Ramírez, en una entrevista con un medio local.
El sistema llamado Sitme y administrado por el Banco Central requiere de títulos valores emitidos por Venezuela o empresas estatales para generar divisas a través de la permuta de bonos y a un precio superior al del dólar del sistema primario controlado.
Desde su creación en el 2010, el sistema ha dependido, en mucho, de las costosas emisiones de Petróleos de Venezuela (PDVSA).
"Se abre una posibilidad. Siempre estamos en nuestra ingeniería financiera para cumplir con nuestro plan de inversiones. No la descarto", dijo Ramírez al ser consultado por el diario El Universal sobre si estaban planificadas nuevas operaciones de deuda para ser inyectadas al Sitme.
Ramírez, quien también es ministro de Energía, ha dicho en varias oportunidades que PDVSA no emitiría deuda. Sin embargo, a mediados de año la petrolera colocó directamente a la banca pública y al Banco Central papeles por US$3.000 millones, con un cupón de 9,75%.
Los bonos de deuda venezolana se han convertido en un activo de alta demanda, tanto para empresas como particulares, dados sus altos rendimientos y la posibilidad que brindan de ser canjeados por dólares en una economía sedienta de divisas y envuelta en un férreo control de cambio desde el 2003.
"Dicen que tomamos una operación (operaciones) a un interés alto. Y no es que lo tomamos a interés alto, sino que estamos creando las condiciones para mantener controlado el dólar a través del Sitme. Y esa ha sido una política exitosa que ha permitido que la inflación esté por debajo de la meta", explicó Ramírez.
La petrolera ha recurrido a la emisión de bonos denominados en dólares para financiar gasto corriente y para generar divisas que contengan la alta demanda en un país que depende de las importaciones, mientras que sus transferencias al Gobierno socialista de Hugo Chávez se han multiplicado en un año electoral.
Nivel cómodo
Analistas han advertido sobre la acumulación de vencimientos de deuda que tiene PDVSA para los próximos cinco años, que se suman a los miles de millones de dólares que desembolsa la petrolera en servicios de deuda tras haber acordado tasas de hasta 12,75%.
No obstante, el ministro aseguró que las finanzas de la petrolera y por ende de las arcas públicas mantienen un buen nivel de ingresos luego de que las cotizaciones del crudo internacional volvieran a niveles cercanos a US$100 por barril.
A principios de año las alarmas sonaron tras una abrupta caída de los precios del petróleo en 34% en el primer trimestre, en un escenario vinculado a los vaivenes de la economía europea.
"En la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) se acordó mantener el techo de 30 millones de barriles diarios de producción y afortunadamente el precio ha vuelto a recobrar un nivel que para nosotros es confortable y justo en torno a los US$100 por barril", dijo el funcionario.
Ramírez estimó que de mantenerse este comportamiento, PDVSA podría obtener ganancias operativas cercanas a US$32.000 millones durante el primer semestre.
En sus estados financieros auditados para el 2011, la petrolera estatal reportó ganancias antes de aportes y contribuciones para el desarrollo social e impuesto sobre la renta de US$35.229 millones.
Adicionalmente, Ramírez dijo que Venezuela está vendiendo 640.000 barriles por día (bpd) de crudo a China, de los cuales 264.000 bpd corresponden al pago de préstamos firmados con el gigante asiático y el país petrolero por unos US$32.000 millones.