"Cualquier recapitalización de los bancos europeos no servirá para recuperar la confianza y el crecimiento económico, si antes no se resuelve definitivamente el problema de la deuda soberana", dijo Emilio Botín en el discurso inaugural de una conferencia organizada por el banco español en Madrid.
Madrid. El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, se manifestó este martes contrario a la recapitalización indiscriminada de la banca europea sin resolver antes los problemas de fondo de la deuda soberana de la eurozona.
"Cualquier recapitalización de los bancos europeos no servirá para recuperar la confianza y el crecimiento económico, si antes no se resuelve definitivamente el problema de la deuda soberana", dijo Botín en el discurso inaugural de una conferencia organizada por el banco español en Madrid.
El presidente del banco cántabro consideró prioritario para salir de la actual crisis adoptar medidas decisivas para reforzar el diseño institucional del euro y asegurar una mayor coordinación de las políticas económicas en la eurozona que no pasaran por cuestionar la solvencia de las deudas públicas.
"Poner en duda de forma generalizada la sostenibilidad de la deuda pública o del sistema financiero europeo puede llevarnos a una espiral imparable de crisis soberanas y crisis bancarias", agregó. Botín.
Botín coincidió en este análisis con la visión expresada la semana pasada por el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, y por el consejero delegado de Banesto, José García Cantera, quienes consideraron un error proceder a recapitalizar a la banca europea sobre ejercicios teóricos que contemplaban asumir pérdidas en las carteras de deuda pública soberana.
El presidente de Santander subrayó que las recientes propuestas de una "recapitalización indiscriminada" no tenían sentido porque invalidaban el ejercicio de estrés realizado por la Autoridad Bancaria Europea hace tres meses, que fijó las necesidades de capital en unos 2.500 millones de euros y creaban inseguridad y confusión.
"Aumentan la incertidumbre en los mercados y producirán una contracción del crédito, pues muchas entidades optarán por reducir su balance", manifestó.
En la actualidad, los líderes europeos se encuentran debatiendo fórmulas para mejorar los niveles de capital de los bancos europeos en un intento para resolver la crisis y restaurar la confianza en el castigado sector financiero.
Los bancos podrían ser obligados a tener un ratio de capital Tier-1 mínimo del 9% después de ser sometidos a un escenario de estrés para estimar sus pérdidas en un escenario de recesión de dos años y sus quebrantos por su exposición a deuda soberana de Grecia, Irlanda, Portugal y España.
Dependiendo del capital mínimo que sea fijado. Los bancos podrían tener unas necesidades en torno a 260.000 millones de euros si el nivel mínimo es del 9 por ciento, basado en datos de pruebas de resistencia anteriores y precios actuales de renta fija. Sin embargo, esta cifra podría rebajarse hasta los 100.000 millones de euros si el requisito de solvencia se fija en el 7%.
Mejor supervisión financiera. Botín abogó por reforzar la supervisión financiera y consideró que era "momento de frenar el tren regulatorio" y avanzar en el camino de una supervisión más intensa, proactiva y eficiente.
"Si queremos recuperar la confianza en los mercados es necesario asegurar que la nueva arquitectura financiera internacional cuente con verdadera capacidad para anticipar riesgos y tomar medidas correctoras y para ello es necesario reforzar la calidad y homogeneidad de la supervisión financiera", explicó Botín, que también se mostró contrario a la introducción de nuevos impuestos a la banca.
Asimismo, el presidente del banco cántabro se mostró partidario de dejar caer a las entidades no viables sin generar riesgo sistémico.
"Es fundamental que sea posible la quiebra de cualquier institución, de forma que una entidad no viable pueda salir del mercado sin generar riesgo sistémico y evitando la necesidad de recurrir a dinero público", agregó.