Francisco González Rodríguez destaca que México ha impulsado una política económica consistente por más de dos décadas.
“Nos gusta México, llevamos 19 años aquí y hemos visto sus avances. Nos gusta tanto que si pudiéramos comprar otro banco en México, lo haríamos (...) Estoy consciente de que no es una cosa fácil. Creo que habría un tema con las autoridades reguladoras de competencia”, dice Francisco González Rodríguez, presidente de BBVA.
El banco ha invertido en México US$2.900 millones de los US$3.500 millones que anunció en un plan quinquenal. En preparación está un nuevo plan de inversiones, de cualquier modo mantendrán un promedio de inversión de US$350 millones anuales. A Francisco González le gusta de México su perfil demográfico, su resistencia en circunstancias adversas y, por supuesto, los resultados que obtiene su banco aquí. En el 2016 BBVA ganó 3.475 millones de euros, de los cuales 1.980 millones fueron generados en México. “Somos un banco global, pero en primera fila, para nosotros están México, España y Turquía”, dice González Rodríguez.
El factor Trump es un tema obligado en la conversación del presidente de BBVA con siete columnistas mexicanos, en el piso 50 de la Torre BBVA. “Su triunfo nos tomó con sorpresa, al igual que la decisión del Brexit. Reconozco que sentimos nervios en algunos momentos, sobre todo por allá de noviembre. Ahora estamos mucho más tranquilos. No lo conozco personalmente, pero algunos amigos míos lo conocen muy bien. Creo que se impondrá la parte más pragmática, aunque es claro que en el discurso deberá mantener una parte de lo que dijo en la campaña. Confío en que poco a poco se irán despejando las incertidumbres (...) Una cosa que no se puede negar es que Estados Unidos necesita a México casi tanto como México necesita a Estados Unidos”.
Este banquero de 72 años pasa con facilidad de los temas económicos a los geopolíticos y se aventura a hacer un pronóstico: “de lo que está pasando ahora, puede salir algo positivo para México. Lo que ocurre con Trump es un wake-up call, de vez en cuando necesitas que eso pase (...), la presión obliga a hacer los cambios”. Francisco González reconoce que México ha impulsado una política económica consistente por más de dos décadas, pero afirma que ha quedado a deber en el combate a la corrupción y el problema del narco, “con la corrupción, es necesario enfatizar que ganan muy pocos a costa de todos”.
Llegó el martes 28 muy noche y empezó a trabajar muy temprano. Además de las reuniones de trabajo con su equipo del BBVA tenía previsto encuentros con el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade. “Son personas muy valiosas y con gran reconocimiento en el mundo. Tengo un enorme respeto por ellos, por su vocación de servicio público (...), podrían ganar mucho dinero en el sector privado”.
Del futuro político de México, de cara al 2018, evita hacer evaluaciones personales pero lanza una advertencia: “México tiene poco margen para hacer errores”. Le gustaría un gobierno que se ubicara en el centro, pero está consciente de los riesgos, “Brexit y Trump nos han enseñado muchas cosas. La población en todo el mundo está viviendo con mucha ansiedad ante los cambios. Cuando buscan líderes que les den respuestas, los encuentran en los extremos”.
La apuesta por lo digital. La apuesta de BBVA por lo digital lleva 10 años. “Una de nuestras principales ventajas es que hemos cometido muchos errores en este proceso; es una ventaja porque hemos aprendido de ellos”, explica Francisco González.
En la charla, él mismo escoge un error para ejemplificar la experiencia de su empresa: “Queríamos hacer mucho en lo digital sin tener la gente para ello. Aprendimos que no basta con tener excelentes banqueros, necesitas excelentes profesionales de lo digital. Sin estos expertos, no puedes llegar muy lejos”.
BBVA sigue siendo un banco, pero es cada vez más una empresa tecnológica, afirma su presidente. “En el futuro, nuestros principales competidores no estarán en los centros financieros, sino en Silicon Valley o en un lugar donde haya tecnología (...)No les tengo miedo y no quiero que BBVA tenga una actitud defensiva ante ellos. Por el contrario, pienso que debemos ser muy agresivos y abrazar la tecnología. Una prueba de ello es que el centro de desarrollo digital de BBVA está en San Francisco, California”.
González Rodríguez reconoce que las financieras tecnológicas, fintech, están retando a los bancos tradicionales. Pide piso parejo en la regulación de la competencia. “Mi planteamiento se reduce en tres frases: mismo servicio; mismos riesgos, misma regulación (...) algunas fintech se enfocan en uno solo de los tramos, por ejemplo los pagos, y tienen ventajas muy claras porque compiten con un banco que tiene una estructura muy pesada, muy cara”.
En el futuro próximo, la competencia transformará el sector financiero y será brutal, vaticina que “no será una mezcla suave, sino un choque. Más que fusiones, veo que muchos no sobrevivirán. La banca debe ser más liviana, entender que los consumidores exigirán cada vez más de su banco en tecnología”.
A los 72 años, Francisco González habla de la tecnología con la pasión de un Millennial. Cuenta que acaba de comprar un coche eléctrico y relata con orgullo que, antes de llegar a México, estuvo en Boston presentando un libro en el MIT. Se llama El próximo paso: la vida exponencial. En él se habla de viajes interestelares; del diálogo entre robots y humanos; de revertir el envejecimiento y, por supuesto, de banca exponencial. “Veo un futuro muy brillante para los consumidores y muy duro para los trabajadores (...) El problema es que estamos hablando de que las mismas personas desempeñan esos dos roles”.