Mario Draghi se enfrenta con la mayor prueba en sus nueve meses al frente del Banco Central en su reunión de política mensual. Cualquier muestra de que exageró al hacer su promesa hace una semana podría llevar a que los mercados castiguen a la zona euro.
Francfort. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, encara una intensa presión de los inversores, los líderes europeos e incluso Estados Unidos para que cumpla este jueves su promesa de hacer todo lo posible para salvar el euro.
Draghi se enfrenta con la mayor prueba en sus nueve meses al frente del Banco Central en su reunión de política mensual. Cualquier muestra de que exageró al hacer su promesa hace una semana podía llevar a que los mercados castiguen a la zona euro.
"Draghi lamentablemente se ha metido en un rincón", dijo el analista de JP Morgan Pavan Wadhwa en una conferencia telefónica.
"El BCE necesita demostrar su credibilidad (...) De lo contrario Draghi, quedará completamente desprestigiado", agregó.
Reuters informó el lunes de que la idea principal que se examina es una reactivación del programa de compra de bonos del BCE para España e Italia en conjunto con los fondos de rescate de la zona euro, pero que la acción podría tardar al menos cinco semanas.
El primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, dijo a un periódico que los líderes europeos se preparan para que los fondos de rescate de la zona euro compren bonos en el mercado primario durante dos años, y que se espera una decisión probablemente en septiembre.
El diario alemán Süddeutsche Zeitung informó de que el BCE está planeando una acción concertada con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para comprar deuda soberana de España o Italia - aunque una decisión final no sería anunciada hasta septiembre.
El BCE tiene poco margen de error para mantener su credibilidad y evitar que los rendimientos de los bonos suban a niveles insostenibles en los países endeudados de la periferia de la zona euro.
Katainen dijo al diario italiano La Stampa: "Vamos a hacer nuestra propuesta en septiembre. Hasta ahora lo que se ha discutido ha sido utilizar el MEDE para comprar bonos de los países con problemas en el mercado secundario, pero no creo que esa sea la solución correcta".
"El año pasado, el BCE hizo eso y calmó a los mercados durante algunas semanas y luego todo volvió a como era antes", agregó.