Ollanta Humala detalló que la empresa estadounidense "por fin" se identificó con las nuevas condiciones ambientales para desarrollar su megaproyecto, actualmente detenido por protestas de pobladores.
Lima. El presidente peruano, Ollanta Humala, dijo este jueves que la estadounidense Newmont "por fin" se identificó con las nuevas condiciones ambientales para desarrollar su megaproyecto Minas Conga, actualmente detenido por protestas de pobladores que temen que contamine sus fuentes de agua en el norte del Perú.
Humala, sin embargo, no precisó si Newmont Mining ha comunicado al gobierno el reinicio de sus operaciones en el proyecto Minas Conga de US$4.800 millones, que se puede convertir en la mayor inversión en una única mina en la historia del Perú.
"Nosotros ya habíamos hecho un planteamiento a este proyecto y saludamos que ellos por fin se hayan identificado con nuestra propuesta", dijo Humala a periodistas tras la inspección de obras públicas en un barrio pobre en las afueras de Lima.
El proyecto de oro y cobre Minas Conga fue detenido en noviembre tras una ola de protestas en la norteña región de Cajamarca y que generaron la primera crisis del gobierno de Humala. La protesta en Cajamarca se reanudó hace 22 días.
En un intento por aplacar el movimiento, el gobierno contrató a peritos que evaluaron parte del estudio de impacto ambiental del proyecto, tras lo cual recomendaron mantener dos de cuatro lagunas que serían afectadas por su operación y elevar la capacidad de los depósitos de agua previstos.
El presidente Humala solicitó a Newmont y a su socia local Buenaventura que cumplan con las propuestas de los peritos para poder avanzar con el proyecto, que produciría entre 580.000 y 680.000 onzas de oro anuales.
Newmont dijo el mes pasado que informaría a fines de junio de su decisión sobre el futuro de su proyecto Minas Conga.
Pobladores de Cajamarca rechazan la operación de Minas Conga por temor a que su desarrollo afecte las fuentes naturales de agua de la zona, que vive principalmente de la agricultura y la ganadería.
Otro grupos locales apoyan el desarrollo del gigantesco plan, lo que ha polarizado a la población.
Perú, el segundo productor mundial de cobre y el sexto de oro, posee vastos recursos mineros, pero la extracción suele enfrentar el rechazo de pobladores que temen daños ambientales o piden una mayor participación en los ingresos del sector.
Los conflictos, que suman más de 250 en todo el país, amenazan con frenar proyectos mineros por unos US$53.000 millones previstos para los próximos años.
La polarización de las comunidades refleja lo difícil que ha sido el esfuerzo de las autoridades peruanas por lograr que las poblaciones rurales pobres, donde se ubican mayormente los proyectos, se beneficien del auge de las materias primas.