El presidente ejecutivo de la minera, Sam Walsh, dijo que factores como la inminente elección presidencial en Estados Unidos, un panorama más tenue de crecimiento para China y los problemas de inmigración que enfrenta Europa están frenando una recuperación de las materias primas.
Sidney/Melbourne. La minera Rio Tinto no ve una recuperación de los mercados de materias primas en el corto plazo, pese a los recientes avances en los precios del mineral de hierro, su principal fuente de ingresos, mientras la mayor parte de las economías del mundo siguen con problemas.
El presidente ejecutivo de la minera, Sam Walsh, dijo que factores como la inminente elección presidencial en Estados Unidos, un panorama más tenue de crecimiento para China y los problemas de inmigración que enfrenta Europa están frenando una recuperación de las materias primas.
Su punto de vista, sin embargo, difiere de las declaraciones de otros ejecutivos del sector que creen en el pronto final del desplome de las materias primas, que ha llevado a gran parte de las empresas mineras a registrar números rojos.
"Creo que en este entorno, declarar el final (del desplome) es un paso valiente", dijo Walsh a periodistas después de la reunión anual de Rio Tinto en Australia.
Walsh, que será reemplazado por Jean-Sebastien Jacques como presidente ejecutivo a principios de julio, descartó también las especulaciones de que Rio Tinto esté buscando activos ofrecidos de rivales que sufren más por la desaceleración del sector. "Simplemente no hay activos en los que podamos estar interesados", aseguró.
La compañía de 143 años de historia, que ha evitado generalmente el negocio del petróleo, ha dejado claro que sus días de expansión en el sector del mineral de hierro están llegando a su fin.
Según reportes de prensa, Rio Tinto podría estar interesada en una posible compra de la mina de cobre Grasberg de Freeport McMoran, ubicada en Indonesia.
Walsh dijo además que el entorno operativo sigue siendo "difícil" por el aumento de la volatilidad en los mercados, el que se ha visto agravado por operaciones especulativas generalizadas en los contratos futuros de los metales en China.
