Medios oficiales sirios dijeron que Bashar al-Assad viajará a Brasil, Cuba, Argentina y Venezuela, sin precisar un cronograma de la gira. Está previsto que llegue a Venezuela el viernes.
Damasco. El presidente de Siria, Bashar al-Assad, hará una visita poco común a América Latina con el fin de ampliar los lazos diplomáticos de Damasco tras haber salido del aislamiento de Occidente y para atraer inversiones para la vieja infraestructura del país.
Assad, quien enfrenta una caída en la producción doméstica de petróleo y sequías que han afectado a la agricultura, busca reforzar los vínculos con una rica comunidad de expatriados sirios en la región y con la potencia económica Brasil.
Medios oficiales sirios dijeron que Assad viajará a Brasil, Cuba, Argentina y Venezuela, sin precisar un cronograma de la gira. Está previsto que llegue a Venezuela el viernes.
"Brasil es una potencia emergente y Siria está consciente de ello. La visita del presidente ayudará a convencer a la comunidad de expatriados sirios para que comience a invertir en Siria", dijo Thabet Salem, un periodista y comentarista sirio.
Brasil, junto con Turquía, negoció un acuerdo con Irán, aliado de Siria, en el cual Teherán aceptó enviar al extranjero uranio de bajo enriquecimiento a cambio de combustible para un reactor.
El acuerdo no impidió que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impusiera una cuarta ronda de sanciones contra Teherán este mes, a la cual Brasil se opuso.
Ojo por ojo. Diplomáticos en Damasco dijeron que aunque Siria está de acuerdo con los esfuerzos de Brasil para resolver la disputa entre Irán y Occidente, la visita de Assad se centrará más en temas bilaterales.
Siria tiene la esperanza de atraer US$44.000 millones en inversión privada durante los próximos cinco años para reparar su infraestructura. Esa cifra representa el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y es apenas una fracción del tamaño de la economía brasileña.
El presidente del Parlamento brasileño, Michel Tamer, dijo que ambas partes firmarán protocolos comerciales y de cooperación tecnológica. Brasil ya suministra a Siria la mayor parte del azúcar que consume.
"La comunidad de expatriados árabes tiene un peso económico y cultural que ayudará a expandir la cooperación con Siria en el nivel de gobierno", dijo Tamer, la agencia oficial de noticias siria.
Jihad Yazigi, editor del boletín económico Reporte Siria, dijo que aunque la inversión de los expatriados sirios sea mínima, Siria tiene mucho que ganar del cambio de las tendencias económicas mundiales en favor de América Latina.
"La cooperación sur-sur es interesante en el contexto del declive relativo de Occidente", dijo Yazigi. "Venezuela puede ser un país pobre pero tiene petróleo y apoya el sentimiento antiestadounidense. Lo que Siria consiga de éste podría ser una ventaja", agregó.
Destacó que el presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de los críticos más feroces al gobierno de Washington, ha hecho dos visitas a Siria en los últimos cuatro años.
Siria ha acogido con satisfacción el acercamiento del presidente estadounidense, Barack Obama, para distender las relaciones con Damasco, pero ha rechazado pedidos de Washington para que corte sus vínculos con el movimiento chiita libanés Hezbollah o grupos militantes palestinos.
Venezuela e Irán habían anunciado planes para construir una refinería en Siria, pero el proyecto permanece confinado al papel, con Irán incapaz de resolver su propia escasez de capacidad de refinación.
Abrirse al mundo. Siria, cuya población de 20 millones de personas está creciendo a una tasa de un 2,5% anual, importa la mayoría de sus necesidades de gasoil.
Su producción de crudo también en declive, con el ministro de Petróleo sirio previendo que caiga a un promedio de 340.000 barriles por día (bpd) en los próximos 15 años, en comparación con un máximo de 590.000 bpd en 1996.
Yazigi dijo que Siria, uno de los pocos países de Oriente Medio con una base manufacturera -que necesita modernizar-, podría aprender de la experiencia de Brasil, uno de los que conforma el llamado grupo BRIC, que incluye también a Rusia, India y China.
"Las relaciones de Siria son buenas con todas las naciones BRIC que aún tienen un sector manufacturero importante", agregó Yazigi.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento del 5% para la economía de Siria este año, comparado con un 4% en el 2009 y un 5,2% en el 2008. Pero sequías consecutivas en el este de Siria han llevado al desplazamiento de hasta un millón de personas.
Bajo el gobierno de Assad, quien sucedió a su fallecido padre en el año 2000, el Estado sirio ha tratado de atraer la inversión extranjera y dejar un legado de economía cerrada.