La frustración por el manejo de la crisis ha aumentado en Estados Unidos y legisladores han pedido al presidente Barack Obama que adopte una postura más dura contra la empresa.
Buras/Londres. BP Plc enfrentaba este domingo renovadas presiones para hacer más por contener el derrame de crudo en el Golfo de México, mientras Estados Unidos y Gran Bretaña descartaron que hubiera tensiones diplomáticas por la crisis.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, dijo que dependía de la gigante energética decidir sobre el pago de dividendos a sus accionistas, un tema por cual Washington ha estado presionando debido a que considera que los fondos deben ser usados para compensar por el desastre.
También dijo que el gobierno británico estaba ofreciendo a Estados Unidos enormes cantidades de dispersantes químicos para ayudar a limpiar el derrame.
BP colocó una tapa de contención sobre su pozo dañado este mes, pero el petróleo sigue fluyendo al océano, contaminando playas y hábitats de vida salvaje, causando la muerte a animales y poniendo el riesgo al turismo y la pesca.
El almirante de la Guardia Costera de Estados Unidos, James Watson, dijo a BP en una carta fechada el 11 de junio y que fue hecha pública el sábado que su plan de contención no era suficiente ni incluía medidas apropiadas de respaldo en caso de que el equipo falle o sufra otros problemas.
Dio dos días a la firma para que presentara una solución.
"BP debe identificar en las próximas 48 horas capacidad adicional de contención del derrame que pueda ser implementada y acelerada", dijo Watson en la carta.
Millones de galones de crudo han salido al Golfo desde que el 20 de abril estalló una plataforma de perforación flotante, dejando 11 trabajadores muertos y dañando el pozo de BP.
La filtración, parcialmente contenida, se estima en 40.000 barriles (6,36 millones de litros) de crudo al día.
Creciente frustración.La frustración por el manejo del derrame ha aumentado en Estados Unidos y legisladores han pedido al presidente Barack Obama que adopte una postura más dura contra BP, que ha perdido decenas de miles de millones de dólares en valor de mercado durante la crisis de 55 días.
Funcionarios británicos de alto rango, sin embargo, han intentado reafirmar a BP, con base en Londres, advirtiendo que el impacto de desestabilizar a una compañía que es de primera necesidad para los fondos de pensiones británicos.
Obama dijo este sábado al primer ministro británico, David Cameron, que él no tiene intención en socavar el valor de BP.
En un llamado telefónico de 30 minutos, ambos líderes desestimaron las tensiones causadas por el derrame y reafirmaron su relación cercana. Pero un funcionario estadounidense dijo que Obama insistirá en que BP pague los costos de limpieza y cumpla con sus obligaciones económicas.
Consultado si la controversia en Gran Bretaña por las críticas estadounidenses a BP había terminado, Hague dijo a la cadena BBC: "Sí, creo que sí. Las relaciones entre Reino Unido y Estados Unidos son excelentes".
"Ellos (Estados Unidos) saben muy bien que hay miles de personas trabajando para BP en Estados Unidos y que hay casi tantos accionistas estadounidenses de BP como los hay británicos", señaló.
El ministro británico dijo que la firma de energía debe hacer todo lo posible por detener el vertido y mitigar sus consecuencias.
En tanto, el embajador estadounidense en Londres, Louis Susman, dijo a la BBC que las críticas de Washington contra BP no eran anti-británicas.
"Ellos (Obama y Cameron) están de acuerdo en que hay un desastre ecológico. BP tiene que hacer todo lo posible por detener la filtración, aceptar la responsabilidad. El presidente dejó en claro que no hay intenciones de dañar la viabilidad económica de BP", aseveró.
Costos de limpieza. BP está bajo presión de algunos legisladores de Estados Unidos para suspender el pago de su dividendo, actualmente tasado en unos US$10.500 millones anuales, hasta que la crisis del Golfo de México sea resuelta y los daños sean cancelados a los individuos y empresas en la región.
La junta de BP, que se ha reunido semanalmente por la crisis, podría abordar el tema este lunes. Pero una fuente dijo que la decisión podría no ser tomada hasta después de que el jefe de BP, Carl-Henric Svanberg, se reúna con Obama en la Casa Blanca el miércoles.
Cameron, quien asumió el poder el mes pasado, está bajo presión política en el Reino Unido para proteger a la compañía, que corresponde al 12 por ciento de todos los dividendos que pagan las firmas británicas.
BP espera que el costo total por la limpieza del Golfo de México sea de entre US$3.000 y US$6.000 millones. Muchos analistas de la bolsa predicen que este será mucho mayor.
Antes de reunirse con Svanberg, Obama -quien enfrenta críticas en casa por no responder con la suficiente agresividad ante el derrame- debe regresar a la costa del Golfo de México el lunes por cuarta oportunidad desde el inicio del desastre.
Cerca de un tercio de las aguas federales del Golfo siguen cerradas a la pesca y el petróleo se ha extendido hasta los pasos de Pensacola y Perdido en Florida, dos entradas a la ruta costera del Golfo.
Funcionarios estadounidenses han dicho que la cantidad de crudo y gas que se recolecta de la filtración en el Golfo parece haberse equilibrado en unos 15.400 barriles por día, menos de la mitad de la filtración dada estimada.