La industria automotriz registró en en el último mes de 2012 su tercer mes consecutivo en terreno positivo, con un aumento de un 16,4% en términos intearanuales.
Según se informó desde el Ministerio de Industria, el 2012 se perfiló como el segundo año mejor después del 2011, que representó un récord histórico para el sector, en el contexto de un mundo sumergido en la crisis financiera internacional.
El año pasado, con una producción de 764.500 unidades, el sector concluyó en un nivel 7,8% por debajo de 2011 -un año récord- y superó en un 6,7% a las cifras del 2010, de acuerdo al informe elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP), dependiente del Ministerio de Industria.
Por otro lado, las exportaciones de diciembre del sector crecieron más de un 11%, en términos interanuales, y se alcanzaron así las 40.000 unidades, uno de los valores más altos del año y de la historia de esta industria.
La ministra de Industria, Débora Giorgi, destacó la recuperación del sector frente a la debacle internacional y remarcó que “el crecimiento de la producción automotriz se sostiene en un mundo en crisis”, y advirtió que la industria automotriz “es estratégica para el desarrollo industrial y económico del país”.
Si bien durante la primera etapa del año se sintieron con mayor fuerza los efectos de la crisis financiera, a partir del tercer y cuarto trimestre se revirtió esta tendencia, mostrando un gran aumento en octubre (11,1%), que continuó en noviembre (1,2%), a partir del rol que jugaron las ventas al exterior.
En cuanto a los patentamientos, también se logró soportar los embates de la crisis internacional: el 2012 concluyó con un nivel de apenas el 2 por ciento por debajo de lo registrado en 2011, un año histórico para el sector.
Asimismo, mejoró la participación de los vehículos nacionales en las ventas totales del sector en 2012: de 37% pasó a representar el 42% entre 2011 y 2012.
En cuanto a Brasil, durante el primer trimestre de 2012 se acentuó la caída en el sector registrada desde mediados del 2011, pero luego comenzó a registrarse una paulatina recuperación, que influenció en forma positiva en la producción local. El país vecino logró reducir la caída hasta alcanzar una baja del 1,9% en términos interanuales.