Según la Secretaría de Energía, México importará todo su gas natural a través de gasoductos en el 2029, remplazando la fracción más costosa, cerca de 30% en el 2014, que todavía se adquiere en forma de gas natural licuado (GNL).
Las exportaciones de gas de Estados Unidos a México alcanzarán su punto máximo en el 2020, en 1,8 billones de pies cúbicos, lo que supone un aumento de 70% desde los niveles del 2015, estimó la Administración de Información sobre Energía (EIA, por su sigla en inglés).
El descenso de los precios ha incentivado la conversión de las centrales eléctricas de petróleo y diesel a gas natural. A fin de compensar el descenso estructural de la producción interna, México ha aumentado sus adquisiciones de gas natural originario de su vecino del norte.
Según la Secretaría de Energía, México importará todo su gas natural a través de gasoductos en el 2029, remplazando la fracción más costosa, cerca de 30% en el 2014, que todavía se adquiere en forma de gas natural licuado (GNL).
Para Estados Unidos, los beneficios de vender más gas a México se apreciarán principalmente a nivel local. Si bien las exportaciones a México representan sólo 4% del total de la producción estadounidense de gas natural, suponen 14% de la producción de Texas, destacó un reporte de BBVA Bancomer.
Los incentivos facilitados por la reforma energética mexicana del 2013 han provocado el desarrollo de proyectos de gasoductos transfronterizos que facilitan el transporte de moléculas desde los centros de producción estadounidenses a los usuarios mexicanos.
Actualmente, casi 95% de las exportaciones estadounidenses de gas natural se realiza a través de gasoductos a México y Canadá.
Entre el 2010 y el 2015, las exportaciones mediante gasoductos al mercado mexicano aumentaron 216%, alcanzando 1,05 billones de pies cúbicos. Estados Unidos es el mayor productor de gas natural del mundo. En los últimos 10 años, la producción neta de gas seco pasó de 18 a 27 billones de pies cúbicos.
La mayor parte del aumento se produjo en esquisto y petróleo, que constituyen cerca de 50% del total de la producción actual de gas natural. Conforme la producción siga aumentando y supere el consumo, Estados Unidos se convertirá en exportador neto de gas natural.
Este cambio, que se espera tenga lugar entre el 2017 y el 2018, promete tener importantes consecuencias políticas y económicas para el país y sus socios comerciales. Cerca de 80% de las exportaciones a través de gasoductos y de las reexportaciones a México tiene su origen en Texas.