El objetivo es que el empresariado apoye una transición hacia el uso de energías no contaminantes.

Ciudad de México. Excélsior. Bajo la premisa de que todas las reformas, pero en especial la energética, deben ser sustentables y desarrollar energías limpias, el Partido Acción Nacional (PAN) propondrá una Ley de Transición y Transferencia Energética que daría hasta 10 años a todas las empresas para hacer los cambios tecnológicos necesarios y que su producción o servicios sean estrictamente verdes.

Así lo adelantó a Excélsior la senadora panista Laura Rojas, quien apuntó que esta iniciativa se inscribirá en el marco de las negociaciones de normas reglamentarias en la materia y obligaría también a los nuevos inversionistas en esta materia adoptar tecnologías limpias, sean nacionales o extranjeros.

El PAN —expresó la legisladora— está por presentar una iniciativa sobre transición energética para que sea discutida y aprobada en el paquete de las reformas secundarias respectivas y justamente en esta iniciativa, ahí es donde se establecen y plantean los objetivos, hacia dónde queremos caminar, los cómos, los cuándos, para que de alguna manera las empresas que ahora existen, pues no se vean afectadas.”

A partir de la controvertida Reforma Energética los senadores de esta bancada también muestran su preocupación y trabajo para las firmas transnacionales y locales que eventualmente pudieran colocarse en nuestro país “y que anteriormente no se les permitía la intervención en ciertos procesos, pero que ahora ya los podrían realizar”.

Rojas Hernández enfatizó que en el caso de esas nuevas inversiones que se instrumentarían en las empresas que ya existen “pues no vemos que haya un riesgo muy alto de afectar. O sea, la inversión que hagan ya la tienen que hacer con esta visión de transición energética hacia energías renovables y no contaminantes, eventualmente”.

Laura Rojas, vicepresidenta del Capítulo México de la Globe International, insistió en la urgencia de que los legisladores en el mundo, además de hacer realidad leyes locales para atacar el cambio climático, también deben armonizarlas con las obligaciones en el ámbito global.

Señaló que ante la cada vez más severa amenaza global de los efectos del cambio climático, gobiernos y legisladores deben desterrar el cinismo y la dinámica perversa que muchas veces priva en las discusiones para abatir este fenómeno en donde se habla de acciones que no siempre se aplican en la realidad o no a la velocidad que el mundo requiere.