El gobierno asegura que hay suficientes reservas para atender la demanda interna y externa, pero ante la inminencia del primer embarque con destino a América del Norte, los peruanos salieron a las calles.
Lima. Cientos de personas marchaban el jueves en regiones del sur de Perú en rechazo a la exportación de gas natural, un negocio incipiente en el país que desató temores a que se produzca una escasez en el mercado doméstico.
El gobierno asegura que hay suficientes reservas para atender ambas demandas, pero ante la inminencia del primer embarque con destino a América del Norte, los manifestantes salieron a las calles.
En Arequipa, la segunda ciudad del país, al menos unas 800 personas desfilaban portando carteles en repudio a la exportación, mientras que en Cusco, principal centro turístico de Perú, la mayor parte del transporte público fue paralizado y piquetes de huelguistas intentaban bloquear carreteras.
La protesta convocada por sindicatos, organizaciones civiles y hasta las mismas autoridades, según los organizadores, se extendía también en Puno, fronteriza con Bolivia, y en Tacna, en la frontera con Chile.
El gas natural peruano que se exportará proviene de los campos de Camisea, ubicados en una localidad andina del Cusco.
"El gas es vital para el desarrollo del sur de Perú y no estamos convencidos que haya también gas para la exportación", afirmó el presidente de la región del Cusco, Hugo Gonzáles.
Pero el presidente de Perú, Alan García, dijo que las protestas tienen un trasfondo político mientras se acercan los comicios para elegir a las nuevas autoridades regionales en Perú, claves para las elecciones presidenciales del 2011.
"Los que intentan hacer algunos es convertir el tema del gas, en base a malas informaciones vertidas, en un tema electoral", dijo García a periodistas tras inaugurar un complejo habitacional en un distrito de Lima.
"El volumen de gas que tiene nuestro país, y estamos seguros conforme avancen la perforación y la exploración que ésta va aumentar, garantiza por bastantes años todo el consumo interno que requerimos y la exportación a la que Perú ya se comprometió", afirmó el mandatario peruano.
Nueva planta. La semana pasada, García inauguró en Lima la primera planta de licuefacción de gas natural de Sudamérica con miras a su exportación, la cual demandó US$3.800 millones, la mayor inversión realizada en Perú para un sólo proyecto.
García dijo que el contrato de exportación de gas permitió la concreción de millonarias inversiones en el país y advirtió que "podrían significar para Perú enormes costos si lo interrumpen".
El gobierno peruano anunció en mayo que en los lotes de Camisea y adyacentes existen aproximadamente 15 TCF (billones de pies cúbicos de gas) "recuperables", de los cuales sólo 4 TCF serán exportados durante los próximos 18 años.
El dato es mayor al registro previo de 8,79 TCF de reservas y que las autoridades del sur de Perú, tradicionalmente radicales, afirman que es la correcta.
Gonzáles dijo que busca que el gobierno le asegure por lo menos 2 TCF para el sur de Perú, para que sea viable el plan de construir un gasoducto andino que atienda a ese mercado donde operan principalmente grandes compañías mineras.
Las firmas encargadas de ejecutar el proyecto del gasoducto andino son las brasileñas Petrobras PETR.SA y Odebrecht y una filial de la estadounidense Conduit Capital Partners, con una inversión estimada de US$1.500 millones.
El único gasoducto instalado en Perú es el que transporta este combustible desde los campos Camisea hasta la costa de Lima en el Pacífico Sur, a través de una red de unos 700 kilómetros que atraviesa los Andes del país.