Química Brenntag dijo que no está claro que el aceite de silicona industrial que le vendió a PIP se haya utilizado en los implantes mamarios, los cuales mostraron altas tasas de rotura.
Francfort. La distribuidora química alemana Brenntag rechazó este viernes las acusaciones de negligencia tras las informaciones de que podría tener que afrontar acciones legales por suministrar la silicona a la compañía PIP, que está en el ojo del huracán por la calidad de sus implantes mamarios.
Brenntag dijo que no está claro que el aceite de silicona industrial que le vendió a PIP (Poly Implant Prothese) se haya utilizado en los implantes mamarios, los cuales mostraron altas tasas de rotura y se retiraron del mercado francés en el 2010.
También aseguró que las sustancias habían sido claramente etiquetadas como no apropiadas para su utilización en implantes, y que no había razón para creer que se hubieran empleado indebidamente.
"PIP se anunció como un proveedor diversificado de servicios médicos, que ofrece y distribuye diferentes productos de tecnología médica por todo el mundo. El rango de productos de que tenemos constancia incluye, por ejemplo, gasas para heridas", dijo Brenntag en un comunicado.
El diario alemán Handelsblatt citó el viernes al abogado Michael Graf asegurando que el bufete de Múnich Zierhut & Graf estaba preparando una demanda en nombre de una clienta sin identificar contra Brenntag y la clínica y los cirujanos que la trataron.
La mujer que respondió al teléfono en Zierhut & Graf dijo que ni Graf ni los demás abogados del bufete tenían tiempo para hablar con la prensa.
Brenntag indicó a principios de mes que había suministrado silicona industrial a PIP, y que estaba en contacto con las autoridades francesas sobre el asunto.
El gobierno francés aconsejó a las 30.000 francesas que tienen estos implantes que se los quiten, por la preocupación de que puedan romperse. Los gobiernos de varios otros países, como Brasil y el Reino Unido, han pedido a las mujeres con las prótesis que acudan al médico y se realicen controles.
Un juez francés visitó las oficinas de PIP a principios de enero como parte de una investigación por la muerte por cáncer de una mujer, caso que podría llevar a acusar a la firma de homicidio involuntario.
Las autoridades francesas ordenaron a la compañía que retirara sus implantes del mercado en marzo del 2010, luego de lo cual PIP se declaró en bancarrota.