El húmedo inicio de la temporada 2012/13 en Argentina ha generado grandes expectativas de una amplia cosecha, luego de que sequías en Estados Unidos y Rusia golpearon a las reservas globales de alimentos.
La siembra de maíz y soja en la provincia de Entre Ríos, en el este de Argentina, será impulsada por las lluvias previstas para esta semana, mientras la mayor región agrícola del país comienza a recuperarse de una reciente inundación, dijo este martes un experto en clima.
El húmedo inicio de la temporada 2012/13 en Argentina -un gran exportador mundial de maíz, soja y sus derivados- ha generado grandes expectativas de una amplia cosecha, luego de que sequías en Estados Unidos y Rusia golpearon a las reservas globales de alimentos.
"Vamos a ver mucha lluvia -de hasta 50 milímetros en algunas áreas- en Entre Ríos, en Corrientes y en algunas zonas de Chaco y Misiones", dijo José Luis Aiello, director de la Consultora de Climatología Aplicada en la provincia de Buenos Aires.
Entre Ríos es parte de la mayor región agrícola del país.
Durante los próximos cinco días se reportarían muy pocas lluvias en la provincia de Buenos Aires, que concentra cerca de la mitad de la producción granaria del país.
"Estas son buenas noticias porque Buenos Aires ha tenido un exceso hídrico", afirmó Aiello, que agregó que la semana próxima se reportarían precipitaciones moderadas.
Estas lluvias empujarían a los productores de la nación austral a sembrar con soja un área récord de 19,7 millones de hectáreas en el ciclo 2012/13, con una expansión interanual de 4,5%, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) calcula que la producción argentina de soja 12/13 será de 55 millones de toneladas, desde los 41 millones cosechados en la campaña previa, cuando una sequía generó graves pérdidas a los cultivos.
Los agricultores de Argentina comenzarán a sembrar soja este mes, mientras que el 17% del área prevista para el maíz ya se encuentra implantada, de acuerdo con la Bolsa de Buenos Aires.
Los mercados de granos se han visto agitados en los últimos meses por la peor sequía de los últimos 50 años en Estados Unidos, que azotó a los cultivos del exportador líder de maíz a nivel mundial.
Con unos decrecientes inventarios globales, la atención está puesta ahora en Argentina, el segundo mayor proveedor internacional del cereal.
Los futuros de maíz treparon un 14% en lo que va del año en el mercado de Chicago, mientras que el trigo subió el 31% y la soja el 29%.
Trigo atribulado. En tanto, los agricultores están evaluando el daño que generaron a los cultivos de trigo 12/13 -que ya está sembrado- las recientes inundaciones, en especial en la provincia de Buenos Aires.
Antes de los embates climáticos, ya se esperaba una caída de la producción del cereal debido a que muchos productores decidieron probar otros cultivos más rentables o que no sufran las restricciones a la exportación que el gobierno aplica al trigo y al maíz.
El área del maíz se mantendría sin cambios esta temporada, en aproximadamente cinco millones de hectáreas, gracias a sus altos precios internacionales, mientras que la superficie dedicada al trigo caería un 20% interanual, a 3,7 millones de hectáreas, según el Ministerio de Agricultura.
"Encima, llovió demasiado durante todo agosto y parte de septiembre", dijo Sergio Conterjnic, consultor agrícola y ex jefe de la cámara de la industria del cereal Argentrigo.
"La inundación afectó el corazón del cinturón triguero. Sabemos que va a haber pérdidas pero aún no sabemos cuán severas serán", señaló el experto.
El volumen de granos que producirá Argentina es de interés para gigantes agroexportadores como Cargill, Bunge y Noble, que cuentan con enormes terminales en el río Paraná, por donde sale mercadería al Océano Atlántico.