Hasta dos millones de estadounidenses podrían visitar la isla en 2017 desde 285.000 el año pasado, excluyendo a los cubano-estadounidenses, según el estudio del grupo BCG publicado este miércoles.
Cuba representa una oportunidad "enorme" pero desafiante para las compañías estadounidenses de cruceros, aerolíneas y hoteles, ya que el número de visitantes norteamericanos a la isla caribeña podría aumentar en hasta siete veces hacia el 2025, según un informe de la firma Boston Consulting Group (BCG).
Hasta dos millones de estadounidenses podrían visitar la isla en 2017 desde 285.000 el año pasado, excluyendo a los cubano-estadounidenses, según el estudio del grupo BCG publicado el miércoles.
En vista de que la infraestructura turística de Cuba está maltrecha, esa situación podría ser una señal de que hay oportunidades de negocios en abundancia, aunque las empresas estadounidenses deben aprender a navegar por una economía centralizada con sus peculiaridades.
Los viajes de Estados Unidos a Cuba han aumentado en los últimos dos años desde que los antiguos adversarios de la Guerra Fría anunciaron una distensión y el gobierno del expresidente Barack Obama alivió las restricciones de viaje a la isla.
"La realidad es que los viajes desde Estados Unidos a Cuba están en sus etapas iniciales, y todos los participantes todavía están aprendiendo cómo hacer que funcionen", dice el informe.
"El éxito, como con la mayoría de las cosas cubanas, requerirá acercamientos inusuales y a menudo poco ortodoxos", dijo.
BCG no abordó la incertidumbre creada por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien ha amenazado con dar marcha atrás a la normalización de las relaciones con La Habana.
El Gobierno cubano pretende duplicar la capacidad hotelera para el 2030 a través de asociaciones con empresas extranjeras, señaló el grupo. Hasta el momento, Starwood es la única compañía hotelera estadounidense que opera en Cuba.
Instaurar una mentalidad de hospitalidad en los trabajadores del turismo que en su mayoría han sido empleados estatales de bajos salarios, incluso en empresas de propiedad estadounidense, podría ser un reto, señaló el informe.
El servicio deficiente era especialmente mal visto cuando las habitaciones eran "extremadamente costosas para la región".
"El riesgo es que los estadounidenses, los viajeros que visitan Cuba y permanezcan en un hotel que forma parte de una marca en la que confían, enfrenten precios mucho más altos de lo habitual y más servicio al cliente", añadió el reporte.
Mientras tanto, también hay una oportunidad para expandir las líneas de cruceros a Cuba, dijo BCG. Casi dos tercios de los 500 viajeros estadounidenses encuestados considerarían una visita a Cuba. Varios operadores de cruceros de Estados Unidos han comenzado a ofrecer líneas a Cuba en el último año.
Ellos tienen que lidiar con diferentes desafíos como incluir un elemento cultural en sus viajes para cumplir con las reglas del Gobierno estadounidense sobre los viajes a Cuba, señaló BCG.
Respecto a las aerolíneas, estas necesitan hacer frente a la demanda excesiva de vuelos a La Habana. Las empresas aéreas podrían realizar campañas para atraer a estadounidenses a otras ciudades cubanas, aconsejó BCG, y aprovechar la demanda cubana para vuelos hacia Estados Unidos.