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¿Qué está pasando en Chile que podría afectar a Carlos Slim y Telefónica Movistar?
Domingo, Agosto 26, 2018 - 14:40

“El tema está bastante controvertido, pero también está influido por el cambio de gobierno y el cambio de criterio en la autoridad actual. Y sumado a ello, un fallo de la Corte Suprema que da espacio a que el regulador aplique opciones.

Santiago.- La industria de telecomunicaciones en Chile enfrenta días muy complicados por temas de espectro. Esta es una intrincada historia que empezó a escribirse en 2009 por un mandato judicial que ya desde entonces definió cuánto espectro radioeléctrico como máximo pueden tener los operadores para servicios móviles y todavía puede enredarse más por recientes polémicas sobre las bandas de 700 MHz y de 3.5 GHz, además de judicializar al sector y poner en vilo los despliegues de inversiones para próximas tecnologías como la 5G o el Internet de las cosas (IoT).

“El tema está bastante controvertido, pero también está influido por el cambio de gobierno y el cambio de criterio en la autoridad actual. Y sumado a ello, un fallo de la Corte Suprema que da espacio a que el regulador aplique opciones, lo que pone más incertidumbre al asunto, toda vez que la autoridad no ha sido clara sobre cómo y qué es lo que hará”, escribe en respuesta a este medio Pedro Huichalaf Roa, el regulador de las telecomunicaciones en Chile con la Subtel entre 2014 y 2016, el equivalente del IFT mexicano.

Los actores principales aquí son los operadores Claro, Entel, Movistar, VTR y Wom, más la GSMA y la ASIET como cámaras industriales que también protagonizan con sus posiciones en esta escena junto con la Corte Suprema de Chile, la Subsecretaría de Telecomunicaciones, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile, entre otros.

De 700 MHz y 3.5 GHz, la pelea por espectro para 4 y 5G. Por un lado está la trama del espectro de 700 MHz y su licitación del año 2013, de la que la Corte Suprema chilena resolvió el 26 de junio pasado que los operadores sí incurrieron en un acaparamiento indebido de frecuencias y por tanto les ordenó la devolución de señales, una resolución que llegó cuatro años después de juicios entre la industria y la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile –o Conadecus como parte acusadora–; y también llegó a cuatro años de iniciadas las inversiones en esa banda para despliegues de redes 4G por parte de las extranjeras Claro y Movistar y de la local Entel. 

Y el asunto toma ahora otro matiz por el revelado interés de Wom, el cuarto protagonista del mercado telecom chileno, de querer ir por los 20 MHz reservados de esa banda para reforzar su propia 4G y, potencialmente, para hacerse con el contrato para desarrollar una red gubernamental nacional de servicios de emergencias sobre el mismo espectro de 700.

Luego está todo lo relacionado con las frecuencias de los 3500 Megahercios o de 3.5 GHz. Allí, la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile o Subtel –el regulador sectorial–, ordenó hace dos meses el “congelamiento” de ese espectro para servicios comerciales en tanto se definen nuevas políticas para su explotación en futuros servicios 5G y por un supuesto uso ineficiente de sus actuales tenedores comerciales, entre ellos Claro, Entel y Movistar que cuentan con señales nacionales de esa banda y de los que sus primeros títulos de concesión fueron entregados entre 2001 y 2005 a esos y otros operadores.

Las telefónicas cuestionan la suspensión de esa banda, porque ya empezaban a configurar productos inalámbricos fijos sobre su pedazo de 3.5 GHz. Los operadores, juntos o por separado, han recurrido a los tribunales para echar abajo la decisión de la Subtel; pero defendiendo sus intereses, también han obstaculizado que Wom entre a la pugna legal por la 3.5; principalmente Entel y Claro, mientras que Movistar ha apoyado la ayuda. En Chile, la 3.5 GHz va de los 3400 a los 3800 MHz, por lo que todavía habría 200 MHz de ancho de banda “disponibles” como para que Wom entre a la pelea por ese espectro para su futuro 5G; no quiere que se le repita lo ocurrido con la banda de 700.

El Supremo de Chile impuso los caps, no el regulador. Gran parte del meollo de lo que ocurre con la industria y la tenencia de espectro en territorio chileno tiene que ver con una ordenanza de la Corte Suprema de Chile, que desde 2009 estableció que los límites de tenencia espectral o “caps” por concesionario deberían ser de 60 MHz de frecuencias, entre todas las señales que tuvieran en su poder.

Esta determinación judicial ha puesto en un predicamento a los operadores, que requieren de espectro adicional y más allá de 60 MHz para sostener productos de calidad –este viernes se reportó una caída nacional en los servicios de Claro– y para pensar en el despliegue de innovaciones. Y también ha metido en un atolladero a la Subtel, que no había visto en sus 41 años de vida un dilema de este calado, aunque sí ha intentado en distintos momentos “ampliar” los topes de espectro mediante diversos recursos legales y políticas regulatorias.

Si bien la actual dirigencia de la Subtel se mantiene ahora a la defensiva con un discurso soportado en ideas sobre uso eficiente de espectro y califica de “lobby” a las acciones de las telefónicas y los organismos del sector contra el congelamiento de la 3.5 GHz, se muestra dispuesta a llevar a consulta el tema de la ampliación de los caps con la ayuda del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).

De lograrse esta iniciativa, independientemente del camino a seguir y el tiempo a esperar, las telefónicas en Chile se verían menos presionadas por el tema de su tenencia espectral:

“Sobre el límite de los 60 MHz, la Corte dijo que es posible modificarlo por el TDLC y a solicitud de Subtel en consulta voluntaria. La Subtel ha dicho que hará la consulta, pero hasta el día de hoy no ha hecho nada formal y eso que el fallo de la Corte Suprema lleva ya un par de meses”, cuenta Pedro Huichalaf. “Ir al TDLC es un proceso que debería ser rápido, pero no lo han hecho aún, esto porque se tiene que llevar una propuesta inicial; es decir, Subtel debe indicar si cree que es necesario un límite o no y si es un límite, de cuánto debe ser”.

“Esto es relevante, porque si se establece un límite bajo, cuando se licite para 5G habría empresas con el límite completo y para postularse deberían devolver espectro anterior, generándose más inconvenientes para participar. Y como es un proceso abierto ante el TDLC existirán actores con múltiples intereses contrapuestos presentes, lo que hace más lento el proceso. Como esto de ir al tribunal es un proceso nuevo no hay certeza de tiempo, aunque podría ser de al menos un año. Si el regulador concurre ahora, podría resolverse a principios o mediados 2020. Ir al TDLC para subir límites es el único camino que estableció la corte”, expone Huichalaf, ex jefe en la Subtel.

Según un informe de la Conadecus, en la que basó parte de su acusación contra el acaparamiento de los operadores tras la subasta de la 700 MHz, Claro y Movistar cuentan con 115 Megahertz y Entel con 150, mientras que los competidores VTR y Wom juntan 30 y 60 MHz, cifras que demostrarían que las tres primeras marcas rebasan sobradamente los límites de tenencia espectral.

De mientras, Entel, Claro y Movistar ya tuvieron que informar a la Subtel cuánto y de qué espectro devolverían al Estado chileno en compensación por su comportamiento en la licitación de la banda de 700 MHz, pues el tribunal dijo que sobre este caso en particular, estos tres concesionarios debían regresar la misma cantidad de espectro ganado: 20 MHz Movistar y Claro, cada uno, y 30 MHz de Entel.

¿Desobedecieron los operadores o Subtel no lo advirtió? La Corte Suprema resolvió que los concursantes del espectro de 700 MHz incurrieron en faltas con esa licitación y queda entonces en duda si la industria y el mismo regulador no advirtieron en 2013 que un resultado como el del 26 de junio era más que posible.

Huichalaf Roa recomienda preguntar a Jorge Atton, hoy ex subsecretario y funcionario en el primer gobierno del presidente Sebastián Piñera, que estimó que llevar al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) una consulta relacionada con este proceso hubiera terminado por retrasar la licitación, pero que si terminó por preguntar su opinión a la Fiscalía Nacional Económica, que, por su parte, validó el concurso.

Sebastián Piñera está de regreso al poder en Chile y la industria teme que no recomponga a tiempo los aprietos en los que está metido el sector en temas de espectro y que todo ello pueda retrasar el arranque en el país de las innovaciones que en otros mercados ya empiezan a advertirse y cuando Chile históricamente ha sido puntero en todo lo que significa tecnologías de la información y las comunicaciones.

“Uno de los problemas de esta administración, es que la autoridad designada para la Subtel ha cambiado la forma en que tradicionalmente se ha realizado la política pública de mediano y largo plazo en telecomunicaciones que nos ha garantizado seriedad y liderazgo. En menos de 100 días del gobierno de Piñera teníamos ya este conflicto y eso no es bueno; la solución pasa por el dialogo, recomponer la confianza de todos los sectores y establecer una planificación clara, así como volver atrás con el congelamiento (de la 3.5 GHz) y que se establezcan otras propuestas para su uso eficiente. Con estas condiciones dudo que Chile tenga licitado la 5G al terminar el gobierno de Piñera o si ocurre, cómo habría despliegue por los tiempos para hacer operativas las redes”, según Huichalaf.

Chile no es el único mercado de la región donde Telefónica Movistar y América Móvil tienen problemas con sus filiales.

En Colombia, AMX y Movistar debieron enfrentar en 2017 un desembolso de más de 1,500 millones de dólares para dar cumplimiento a una resolución sobre dinero a cambio de no retorno de activos físicos e intangibles. En Venezuela, Movistar adolece en sus estados financieros por la crisis humanitaria de aquel país y en Argentina, ambas empresas ven posible, a como se discute en el Congreso local, que su ingreso al mercado de la televisión de paga por satélite se retrase dos años, hasta el 2020. 

La demanda de datos crece en Chile y la inversión también. El 26 de junio de 2018, el día en que la Corte Suprema resolvió sobre la banda de 700 MHz y seguidamente la Subtel congeló la banda de 3.5 GHz, el portal InfoWeek informó que en Chile cerca de 11 millones de conexiones corren sobre tecnología 4G, tanto como el 84% de la navegación desde smartphones.

InfoWeek dijo también que, por ejemplo, en cuanto inversiones el operador Entel ya había dirigido 500 millones de dólares a redes de 4G sobre el espectro de 700 MHz y que perfilaba 208 millones de dólares para su banda de 3.5 GHz.

“El despliegue de la 5G también está en duda; si este gobierno, que termina marzo 2022, podrá resolver el tema de la banda 3.5 GHz y si la licitará, de qué modo. No hay luces de lo que pasará y eso afecta las inversiones. Lo mismo el desarrollo IoT, pues va de la mano del despliegue de esa tecnología. Este gobierno prometió que en estos cuatro años se iba a duplicar la inversión en telecomunicaciones de los últimos cuatro años anteriores”, recuerda Pedro Huichalaf. “Así, esto no se va a cumplir”.

 

Autores

El Economista (México)