"Escenarios del Desarrollo Minero en Chile al 2035" es el nombre del estudio impulsado por la Universidad Católica, que da cuenta hacia dónde va la industria del cobre en el país del cono sur de Sudamérica.
Chile seguirá siendo clave en el crecimiento de la producción mundial de cobre en 20 años más. Así lo sostuvo Gustavo Lagos, académico de Ingeniería de Minería de la Universidad Católica y uno de los autores del estudio "Escenarios del Desarrollo Minero en Chile al 2035".
Dicho estudio -elaborada por la escuela de ingeniería en minería de la Universidad Católica- da cuenta hacia dónde va la industria del cobre en los próximos 20 años bajo dos condiciones: la primera, que se concrete toda la cartera de proyectos contemplados en la minería y la segunda, terminar el escenario económico de incertidumbre.
“De concretarse toda la cartera de proyectos estimados en un horizonte de largo plazo, el país aportaría en la siguiente década unas tres millones de toneladas adicionales de las cuatro que produciría el mundo”, indicó Gustavo Lagos a Aton Chile, de acuerdo a la información de Lanacion.cl.
En el estudio elaborado por los investigadores Gustavo Lagos, José Joaquín Jara, Cristian Figueroa, David Peters, Ana María Sanzana, Estefanía Morales y Francisco Dubournais, el escenario óptimo del sector requiere un aumento de precio del cobre en los próximos años y de un déficit del metal en el mercado, para que los nuevos proyectos y ampliaciones aprovechen dichas oportunidades.
Asimismo necesita de un marco regulatorio que supere el nivel de incertidumbre que hay en la actualidad, a través de acuerdos sociales, confianza y gobernabilidad para transformar el potencial existente en realidad.
De producirse dicho supuesto, añade el informe, la minería nacional daría cerca de un punto del Producto Interno Bruto (PIB) adicional por año al crecimiento de Chile en los próximos 20 años.
En un contexto positivo, además, la producción máxima de cobre fino en el país podría llegar a unos 9,54 millones de toneladas en los siguientes 10 años, lo que representaría un alza de un 60% en relación lo proyectado para 2016 (5,77 millones de toneladas).