"Expropiar no significa confiscar. Confiscar significa tomar por la fuerza sin la correcta compensación económica. Acá les vamos a compensar, pero si no quieren adaptarse a los términos del país, que les vaya bonito", aseguró el mandatario.
Quito. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo que el proyecto de ley que prepara para penalizar a las petroleras que rechacen ceder su producción al Estado incluye la nacionalización de sus activos en el país.
El mandatario hasta ahora había anunciado que la iniciativa contemplaría la expropiación de las operaciones de las firmas que se nieguen a cambiar sus contratos de explotación.
"Estoy preparando una ley para facilitar expropiaciones y nacionalizaciones para enviarla a la Asamblea Nacional", aseguró Correa, que ha prometido llevar al miembro más pequeño de la OPEP hacia el socialismo, en una entrevista con el canal Telesur realizada en Caracas.
El proyecto del gobierno ecuatoriano apunta a transformar las compañías privadas en proveedoras de servicios, pero las negociaciones se han dilatado y las autoridades afirman que el país pierde dinero con cada día de postergación.
Correa ha ganado fama de duro negociador y analistas dicen que sus advertencias deben tomarse seriamente, después de que el mandatario de izquierda declarara una suspensión de pago por US$3.200 millones en bonos soberanos.
"Expropiar no significa confiscar. Confiscar significa tomar por la fuerza sin la correcta compensación económica. Acá les vamos a compensar económicamente, pero si no quieren adaptarse a los términos del país, que les vaya bonito. No los necesitamos", dijo Correa en la entrevista transmitida el martes y grabada en la víspera.
En medio de las amenazas, Correa aceptó el martes las renuncias de su ministro de Recursos Naturales No Renovables, Germánico Pinto, que ejercía la presidencia rotativa de la OPEP y a quien había señalado por la lentitud en las negociaciones, y de la ministra de Finanzas, Elsa Viteri, como parte de una reestructuración de gabinete.
El reemplazo de Pinto sería el gerente de la petrolera pública Petroamazonas, Wilson Pástor.
Operadoras extranjeras. En Ecuador están algunas de las principales operadoras petroleras presentes en la región, como la española Repsol, la brasileña Petrobras, el consorcio chino Andes Petroleum y la italiana Eni.
En conjunto representan alrededor de 40% de la producción diaria del país sudamericano, mientras que el resto está en manos de las empresas pública EP Petroecuador y EP Petroamazonas y la estatal Río Napo, asociada a la venezolana Pdvsa.
Las negociaciones llevan casi dos años y, a la fecha, el gobierno ha logrado firmar contratos transitorios que incluyen un compromiso de las privadas para migrar a los nuevos contratos de prestación de servicios.
La amenaza de Correa, quien ha logrado incrementar los ingresos del país con su estilo de negociación, no preocupa a las petroleras, que argumentan que los plazos fueron fijados por el propio gobierno.
"Las empresas que han decidido quedarse en el país se han quedado y están esperando negociar estos contratos. Están dispuestas a migrar este contrato y quedarse operando en el país", dijo el presidente de la Asociación de Industriales Hidrocarburíferos del Ecuador, José Luis Ziritt, a Reuters.
La demora en la negociación ha obligado a las petroleras privadas a suspender sus inversiones en las áreas concesionadas, lo que ha provocado una caída de la producción.
"El negocio petrolero se caracteriza por ser un negocio a largo plazo y para eso se requiere estabilidad y se requiere contratos con suficiente tiempo para hacer una recuperación de las inversiones", agregó el titular del gremio, que abarca a petroleras privadas extranjeras y prestadoras de servicios.