Torre Shard, que fue inaugurado este jueves, abrió con 26 pisos -de 87 en total- de espacio disponible para oficinas y sus constructores tendrán que llenarlos en un momento en el que los arriendos están en sus niveles más bajos en al menos 50 años.

Londres. El famoso arquitecto Renzo Piano describe al nuevo rascacielos más alto de Europa, que recibe el nombre de Torre Shard, como una "ciudad vertical", pero la inauguración este jueves de su creación, ubicada sobre el Puente de Londres, marcó en realidad el equivalente a la apertura de un vecindario enteramente vacío.

El edificio de vidrio y forma piramidal, construido sobre una estación de trenes en un descuidado barrio de Londres cercano al río Támesis, abrió con 26 pisos -de 87 en total- de espacio disponible para oficinas y sus constructores tendrán que llenarlos en un momento en el que los arriendos están en sus niveles más bajos en al menos 50 años.

Los constructores del edificio están a salvo de la ira del mercado solamente porque el rascacielos fue financiado por la acaudalada familia real de Qatar y no por una empresa con cotización en bolsa, dijo John Cahill, un analista de propiedades en la firma Investec.

"Con las oficinas de Shard todavía vacías, habría pánico si hubiera un constructor de la bolsa detrás de él", sostuvo.

Atrás quedaron los días en el que edificios como el llamado "Pepinillo" diseñado por Norman Foster abrían sus puertas con todos sus pisos ya tomados.

El Shard es apenas uno de los muchos edificios que ahora adornan el paisaje londinense y que llevan sobrenombres por las siluetas que proyectan sobre el horizonte. Pero desde el estallido de la crisis financiera, los contratos de alquiler prácticamente se han paralizado.

Los alquileres para las mejores oficinas del distrito financiero de Londres -el parámetro usado por el constructor de Shard, Irvine Sellar, para las oficinas en lo más bajo de la torre- cuestan 55 centavos por pie cuadrado desde septiembre del 2010, dijo el consultor inmobiliario CBRE, lo que marca el período más largo de estabilidad en los arriendos desde que comenzaron a llevarse estadísticas en 1960.

"La única razón por la que los arriendos no han comenzado a caer es el nivel relativamente bajo de espacio disponible en este momento", dijo Kevin McCauley, de CBRE.

Los empresarios del sector afirman que una ola de vencimientos de contratos de alquiler durante los próximo años llevará a muchos inquilinos a mudarse a oficinas de lujo.

"¿Por qué uno conduciría un auto de la década de 1970 cuando puede tener un modelo 2012?", dijo Sellar, un empresario que comenzó su carrera con un comercio de indumentaria en Londres.

Hasta ahora, no ha funcionado de ese modo. Las obras del rascacielos Pinnacle en el distrito de Bishopsgate están paralizadas hasta que se logren contratos de arriendo y los constructores de una torre vecina también dicen que comenzarán una vez que se firma una buena porción de contratos.

Si este clima molesta a los fundadores de origen qatarí de Shard, no lo dijeron durante la ceremonia de apertura.

"Recuperar nuestra inversión es un tema menor en este momento", dijo el jeque Abdullah Bin Saoud Al Thani, gobernador del banco central de Qatar.

El costo de la Torre Shard, más un edificio vecino de oficinas llamado The Place y áreas comunes en torno a la estación de trenes del Puente de Londres es de alrededor de 1.500 millones de libras (US$2.400 millones).

"Tenemos confianza en el mercado de Londres y una larga relación con Londres", afirmó el funcionario, que destacó que la actual desaceleración del mercado es parte de un ciclo económico normal.

El único inquilino en el edificio hasta ahora es el hotel Shangri-La, que ocupará los pisos 34 a 52. Sellar estima que el resto del edificio se irá ocupando hasta fines del 2014 y admitió que esto es posible solamente por el financiamiento qatarí.