Las lluvias de La Niña y brotes de roya han devastado la cosecha colombiana de café en el pasado y en el 2012 la producción anual cayó a un mínimo en décadas de 7,7 millones de sacos de 60 kilos.
Planadas, Colombia. El fenómeno climático de El Niño hizo que más de un tercio de la cosecha de café de Jairo Ciro se marchitara por una devastadora sequía. Ahora, cuando apenas se recupera, enfrenta una amenaza peor: lluvias torrenciales y el hongo de la roya.
Ciro, padre de siete hijos que cultiva café en las laderas empinadas del departamento del Tolima, en el oeste de Colombia, teme volver a perder el 30% de su cosecha y sus ingresos cuando comiencen las lluvias intensas a finales del año.
Los productores de café todavía están recolectando la última parte de su cosecha dañada por la sequía, mientras los meteorólogos emiten advertencias sobre La Niña, el fenómeno climático inverso que genera abundantes precipitaciones.
Las lluvias causadas por un enfriamiento de las aguas en el Pacífico favorecen el desarrollo de la roya, un hongo que ataca los arbustos de cafés provocando la caída prematura de las hojas y una reducción de la cosecha.
"Para La Niña uno no se sabe preparar, tenemos que combatir la erosión con toda la agua", dijo Ciro la semana pasada, mirando a su casa en la parte inferior de la montaña, en las afueras del pueblo de Gaitania.
Alexander Canas, un agricultor que vive cerca al vecino pueblo de Planadas, ya está viendo las manchas de color óxido de la roya en algunos árboles de su cafetal.
"La Niña es aterradora, tenemos que mirar el plan de choque", afirmó Canas, mientras examinaba las hojas infectadas de un árbol. El caficultor está muy preocupado además porque algunos de sus cultivos están en tierras de menor altitud, donde los efectos de la lluvia generalmente son peores.
Las lluvias de La Niña y brotes de roya han devastado la cosecha colombiana de café en el pasado y en el 2012 la producción anual cayó a un mínimo en décadas de 7,7 millones de sacos de 60 kilos.
El brote de la roya coincidió en esa ocasión una caída de hasta un 60% de los precios del café arábigo, mientras que la prima de calidad por el café colombiano en Estados Unidos sufrió fuerte volatilidad.
La Federación Nacional de Cafeteros alertó sobre la posibilidad de alta humedad y poca luz solar por la Niña. Colombia espera una producción de alrededor de 14 millones de sacos de café este año.
Álvaro Cruz, un comprador en el departamento de Tolima para Caravela Coffee, que exporta variedades especiales a tostadores en todo el mundo, dijo que las lluvias en el primer trimestre del próximo año podrían dañar la floración.
"Si no hay flores no hay frutas", aseguró. "Hemos trabajado bastante con nuestros productores de tal manera que ellos saben a qué se enfrentan y ya saben cómo solucionarlo".
Reinel Pérez vendió 12.000 kilos de café a los compradores de granos especiales este año, por debajo de sus habituales 20.000 kilos, como consecuencia del fenómeno de El Niño.
"Me preocupan los compromisos con los compradores, estamos tratando de cumplir", dijo mientras descargaba sacos cargados con café en un almacén de Gaitania.
"Luchar contra la naturaleza es duro", concluyó.