La compañía, que opera tres refinerías y distribuye combustible a más de 5.500 estaciones de gasolina en 29 estados de Estados Unidos, reconocible por un logotipo de triángulo rojo, puede convertirse en la mayor víctima de las sanciones contra Venezuela.
Corpues Christi, EE.UU.- Citgo Petroleum Corp, la octava refinería más grande de Estados Unidos y principal activo extranjero de Venezuela, está en medio de un tira y afloja en momentos en que el gobierno de Donald Trump intenta usar a la empresa como palanca para derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro.
Tras la decisión de Estados Unidos de imponer sanciones a la industria petrolera venezolana esta semana, ambas partes se han volcado de manera agresiva para tener el control de Citgo, que tiene centenarias raíces en Estados Unidos pero ha sido propiedad de la estatal Petróleos de Venezuela (PVDSA) durante tres décadas.
Washington, junto a varios países occidentales, reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela, en medio de una crisis económica que ha llevado a millones de personas a huir de la nación sudamericana. Maduro fue reelegido el año pasado en unos comicios ampliamente considerados fraudulentos.
Mientras Guaidó trabajaba esta semana con Washington para arrebatar el control de la compañía, Venezuela ordenó a decenas de empleados expatriados que trabajan para Citgo Petroleum Corp en Estados Unidos que vuelvan a Caracas a fines de febrero, dijeron fuentes familiarizadas con el tema.
A principios de la semana, Citgo envió un equipo de ejecutivos a Washington en medio de los esfuerzos de Guaidó y el gobierno de Estados Unidos para nombrar un nuevo directorio para Citgo, dijeron las fuentes. PDVSA también ha dicho que explorará la vía legal para bloquear una toma de control de Citgo.
El miércoles, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, tuiteó fotos que confirmaron la reunión con ejecutivos de Citgo. "Estados Unidos continúa trabajando para asegurarse de que Maduro y sus amigos no aprovechen los beneficios económicos de los recursos de Venezuela", escribió.
La compañía, que opera tres refinerías y distribuye combustible a más de 5.500 estaciones de gasolina en 29 estados de Estados Unidos, reconocible por un logotipo de triángulo rojo, puede convertirse en la mayor víctima de las sanciones contra Venezuela.
El gobierno de Trump ordenó que se retuvieran las ganancias de Citgo para presionar la renuncia de Maduro. También prohibió a los clientes estadounidenses transferir el pago a PDVSA, privando al país miembro de la OPEP de su mayor fuente de efectivo.
Citgo importa crudo de PDVSA a cambio de productos refinados, lo que aumenta la posibilidad de que Citgo se quede sin un tercio de sus suministros de crudo después de que finalice un período de gracia.