Analistas de Goldman Sachs indicaron que es probable que la demanda petrolera mundial se reduzca en 10,5 millones de bpd en marzo y posiblemente en hasta 18,7 millones de bpd en abril.
Singapur. Refinerías desde Texas a Tailandia se están preparando para realizar recortes más profundos en sus labores, afectadas por un impacto sin precedentes en la demanda, ya que cada vez más países imponen cierres y restringen los viajes para contener la propagación del coronavirus.
En Asia, que alberga cerca de un tercio de la capacidad global de refinado, la principal firma del sector en India rebajó su producción en hasta un 25%-30%, mientras que los operadores en Japón, Corea del Sur y Tailandia -que ya funcionan en tasas reducidas- prevén más recortes incluso, aunque cierren sus plantas por mantenimiento.
En Europa, algunas refinerías en Reino Unido y Alemania han reducido su producción y muchos operadores esperan que muchos otros sigan el ejemplo mientras sigue bajando la demanda de productos. La subsidiaria francesa de ExxonMobil dijo el viernes que adaptará su producción en sus dos refinerías del país por el desplome de la demanda.
Varias refinerías estadounidenses han disminuido también su producción, incluidas plantas en el área de Los Ángeles, un concurrido centro de viajes aéreos.
La demanda de combustible está empezando a hundirse en Estados Unidos, con un declive general de los productos suministrados de 2,1 millones de barriles por día (bpd) en la semana más reciente, una caída cercana al 10%.
China, que empezó a reactivar su economía tras semanas de cierre, es un caso aparte, ya que su sector de refinado está mostrando señales de recuperación según baja la cifra de nuevos casos de coronavirus.
Analistas de Goldman Sachs indicaron que es probable que la demanda petrolera mundial se reduzca en 10,5 millones de bpd en marzo y posiblemente en hasta 18,7 millones de bpd en abril. El consumo anual total caerá en 4,25 millones de bpd desde los niveles de 2019, dijeron.
Asia es responsable de más del 60% del crecimiento de la demanda petrolera mundial. La pandemia está sacudiendo los mercados financieros y el crudo ha sufrido un golpe especialmente duro, cayendo cerca de un 60% en el año, en camino a su mayor desplome trimestral de la historia.
Las refinerías asiáticas están perdiendo dinero ahora ante el derrumbe de la demanda a nivel doméstico, ya que la gente se está quedando en casa, y los mínimos márgenes no están haciendo tampoco lucrativas las exportaciones.
Un complejo de refinerías en Singapur pierde casi US$2 por cada barril de crudo que procesa, incluyendo pérdidas de más de US$6 por barril en la producción de gasolina, según cálculos de Reuters.
Para complicar aún más la situación, algunas refinerías no han podido usar este tiempo para realizar mantenimientos por escasez de personal a consecuencia de los aislamientos y las restricciones a los desplazamientos.
"Este primer trimestre será el peor que hemos visto, ya que los productores petroleros están funcionando a pérdida", dijo Cho Sang-bum, de la Asociación Coreana del Petróleo.